La voz cantante. Dentro y fuera de casa. Si se trata solo de un día o también del resto del año, habría que preguntarle a ellos. En cualquier caso, las águedas zamoranas celebraron ayer su día en la capital con un programa de actos que arrancó de buena mañana y terminó, en algunos casos, bien entrada la noche.

Lejos del millar de mujeres que otros años se han congregado en la Plaza Mayor para homenajear a Santa Águeda, ayer apenas un centenar se concentró frente al Ayuntamiento y bailó por las calles en honor a la santa. Todas ellas, al menos, las que así lo quisieron, pudieron subir hasta el salón de plenos municipal donde les recibió el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, que por primera vez entregaba su bastón de mando. Felisa García González, de la Asociación de Águedas de San Frontis, fue la encargada de recoger el testigo y salió al balcón del Ayuntamiento para corroborar el mensaje de Guarido sobre la relevancia del género femenino en la sociedad.

Música, por un lado, y tradición, por otro, formaron ayer el tándem perfecto para demostrar quién manda. Tras una comida de convivencia, las águedas acudieron a la iglesia de San Lázaro para rendir honores a la imagen de Santa Águeda y realizar, un año más, la ofrenda floral hasta el próximo 2017. Eso sí, el deseo de todas era unánime: "Unidas estamos mejor", planteaban, en relación a la convocatoria paralela en Fuentesaúco.