En torno a una treintena de personas se han concentrando a las puertas de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León para protestar por el expediente de suspensión de empleo y sueldo abierto a una trabajadora de la escuela infantil Virgen del Canto de Toro y pedir la dimisión del gerente territorial de Servicios Sociales.

El expediente, indicaron fuentes sindicales, se abrió a esta empleada "supuestamente por no obedecer las órdenes" de sus jefes, pero en realidad, explican, eran las secuelas de un cáncer que padeció las que le impedían desarrollar estas tareas, porque tenía afectado el brazo izquierdo. Según relataron fuentes sindicales, la trabajadora padeció un cáncer y estuvo de baja hasta que la mutua y el INSS le dieron el alta forzosa. Aunque la empleada la recurrió, no le quedó otro remedio que ir a trabajar, a pesar de las secuelas que padecía. Sin embargo, una sentencia posterior reconoce que esta trabajadora sí debería haber estado de baja, y no trabajando por "trastorno psicológico invalidante en relación con el manejo de bebés".