En la mañana del lunes 25 de este mes de enero, de modo imprevisto, falleció fray Gaspar, en la Casa de Hermanos Mayores de Herbón (La Coruña), a los 86 años de edad y 69 de vida religiosa. Nació en la ciudad de Zamora el 28 de enero de 1930, hijo de Florencio y María del Tránsito, y fue bautizado en la parroquia de San Lázaro.

El 18 de mayo de 1951 pronunció sus votos solemnes en la iglesia de San Francisco de Santiago de Compostela; y fue ordenado sacerdote en 1953. Se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad Pontificia de Salamanca en 1956, y obtuvo el grado de Doctor en Sagrada Teología en la misma universidad en 1982.

Le fue concedida la Cruz de Alfonso X El Sabio; la Encomienda de Isabel la Católica, y el nombramiento de Caballero de la Orden del Santo Sepulcro.

Entre los numerosos cargos que ostentó, en su orden franciscana, es de descartar su nombramiento como Guardián y Rector del Convento de Santiago en 1962. Fue enviado a Madrid como Superior y Rector del Convento y Basílica de San Francisco el Grande en 1969. Regresó a Galicia, donde fue nombrado Guardián del convento de Orense en 1978, y también del de Pontevedra en 1983. Colaboró con las diócesis de Orense y Compostela como Delegado Episcopal para los religiosos.

La Mariología constituyó el campo de la investigación al que más tiempo y esfuerzo dedicó. En 1976 ingresó en la Sociedad Mariológica Española, en el mismo año fue elegido Secretario de la misma. El 15 de agosto de 1996, Juan Pablo II le nombró presidente de la Pontificia Academia Mariana Internacional para un quinquenio.

Siempre estuvo vinculado a su ciudad natal, donde residen muchos de sus hermanos, colaborando como conferenciante y ponente en congresos siempre que fue requerido.

Debo destacar su sencillez y afabilidad, virtudes que los sabios de verdad suelen tener.

Descanse en Paz, descanse en Dios.