Los fondos transferidos por Hacienda a las entidades locales "garantizan la suficiencia financiera de las corporaciones, compatible con la supresión desde 2003 del Impuesto sobre Actividades Económicas (el segundo impuesto local en importancia recaudatoria, por detrás del Impuesto sobre Bienes Inmuebles) para más del 92% de los contribuyentes". Así, "se reconoce a los ayuntamientos mayor capacidad para desarrollar políticas tributarias, pueden subir o bajar los tipos impositivos de sus impuestos y establecer beneficios fiscales potestativos, esto es, mayor corresponsabilidad fiscal municipal".

El plan de actuación, según asegura el propio Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, "diseña un sistema de financiación, de vigencia indefinida que se aplica desde el año 2004, recogiendo en la ley las variables y ponderaciones que definen la financiación municipal, de tal forma que se convierta en un sistema estable en el tiempo". Por último, con la misma vigencia antes citada, "a las provincias y a los municipios que sean capitales de provincia o de Comunidad Autónoma, ó que tengan más de 75.000 habitantes, se les cede una parte del IRPF, del IVA y de los impuestos especiales sobre alcoholes, hidrocarburos y labores del tabaco" de acuerdo con una serie de variables.