El músico Jaime Lafuente ofrece un concierto familiar con entrada libre hasta completar aforo hoy a las 19.00 horas en el Museo Etnográfico.

-"Canciones animadas" es el título del espectáculo que presenta.

-A partir de una canción se pueden hacer muchas cosas, se puede jugar con las palabras, con textos, con movimientos del cuerpo o con la imaginación. La canción es algo más que escuchar, sirve para desarrollar otras facetas de la vida.

-¿Qué tipo de temas integran su repertorio?

-Hay un poco de todo. Hay canciones tradicionales, algunas conocidas y otras menos, y a partir de ciertas músicas yo he creado canciones tanto letra como música. Para mí la música tradicional ha sido un punto de partida, aunque luego sea para crear otros temas. Creo que resulta fundamenta saber de dónde venimos para saber a dónde vamos. El pueblo que se olvida de sus tradiciones está condenado a desaparecer.

-¿Cómo reaccionan los niños del siglo XXI cuando les canta canciones con las que crecieron sus bisabuelos?

-Aunque las formas han podido cambiar, los niños en el fondo son iguales. Los niños de ahora y los de hace un siglo, son niños, aunque ahora les hacemos crecer muy deprisa.

-¿La atención de los menores es igual que hace tres décadas?

-En general sí, pero he observado que hay unos niños que disfrutan del espectáculo de otra manera, de una manera más pasiva. Se limitan a verlo, no interactúan. Están tan acostumbrados a las pantallas que les parece que el espectáculo sigue siendo una pantalla y les cuesta meterse. Afortunadamente son los menos. Hago subir a niños al escenario y ese menor que ve el espectáculo de manera pasiva cuando ve la sonrisa de su igual... ¡algo pasa por su cabeza!

-¿Qué puede aportar a un niño asistir a un espectáculo en directo?

-Yo quiero que disfruten. También es importante que los padres asistan y que interactúen y jueguen con sus hijos. Esa es, sin duda, la aportación más bonita. Es importante que el niño se dé cuenta de que su padre o su madre pueden jugar con él, algo que tanto nos cuesta a los adultos en la vida cotidiana. Es importante ese momento de comunicación compartida con el niño.

-¿Qué opina del fenómeno Cantajuegos?

-Son fenómenos temporales que tienen su momento de gloria y luego caen. Me apena que se utilicen medios engañosos como músicas enlatadas, se juega mucho con la imagen y la atracción fácil. Tanto en La Carraca como ahora todo lo que hago en el escenario es en directo. Un artista tiene que actúan en directo, para las trampas ya están los juegos de cartas. Un niño al que no le gusta el espectáculo tira de la mano de sus padres y pide irse. Si le atrapas, lo tienes ganado para toda la vida.

-¿Corren buenos tiempos para la música infantil en la región?

-Tenemos una gran carencia en estos momentos. La Carraca fue un fenómeno en ese erial que ha sido la música infantil en Castilla y León. Me da mucha envidia ir a Cataluña y comprobar que cualquier fiesta de pueblo pequeño tiene su espectáculo para niños. Allí existe la prioridad de que a los menores hay que ofrecerles un buen espectáculo de música. Aquí, todo lo contrario. Con lo que sobra del presupuesto se plantea hacer algo para los niños, y, como lo que queda es poco, únicamente queda para hinchables o para un espectáculo de una calidad un poco más inferior.