El biólogo Javier Talegón abre esta tarde, a las 19.30 horas, las XIV jornadas de cultura tradicional que organiza Furmientu en la Biblioteca Pública del Estado.

-Desde 2011 lleva a cabo una investigación para conocer las relaciones entre los hombres y los lobos en el noroeste de Zamora en el siglo XX. ¿Qué le impulsó a realizar este trabajo?

-En España en los últimos años se han realizado algunos avances en el conocimiento del lobo, pero solo hay un puñado de investigadores que se interesan activamente por el patrimonio cultural que el lobo ha generado en las diferentes áreas loberas. Este patrimonio está en gravísimo peligro de extinción y es urgentísimo, recopilar cuanto antes todos estos materiales; el fin de la cultura pastoril de este territorio y la desaparición de informantes son dos amenazas muy importantes. Por otro lado, en el noroeste de Zamora, una zona de referencia para el lobo, las relaciones entre los hombres y estos depredadores no estaban estudiadas y no existía ningún trabajo recopilatorio sobre esta temática. La gente de los pueblos está desapareciendo y con ellos se pierde un patrimonio valiosísimo. Se han recogido numerosos testimonios y materiales. Se ha llegado a tiempo.

-Ha realizado un amplio trabajo de campo conversando con más de 300 personas de casi 100 localidades. De la aportación de esos informantes ¿qué resaltaría?

- La enorme sabiduría de los informantes. Parece imposible que después de entrevistar a tanta gente surjan nuevas temáticas, nuevos matices, nuevos refranes o nuevos detalles. Hay que escuchar a la gente mayor, saben muchísimo.

-¿La gente de los pueblos ha colaborado en este trabajo?

-Indudablemente, ellos son los verdaderos protagonistas y este trabajo es también un homenaje a ellos. Es sorprendente y quiero resaltar la generosidad, la hospitalidad y la confianza de la gente de los pueblos del noroeste. Sin conocerte de nada han abierto sus casas, sus cocinas, sus corrales y se han volcado en contar sus vivencias con el lobo.

-La cultura existente alrededor del lobo es muy amplia, pero ¿qué aspectos ha conocido que pueden sorprender al no experto en el cánido?

-La presencia histórica de lobos ha enriquecido extraordinariamente la cultura del noroeste zamorano. Son muchísimas las manifestaciones culturales recogidas en este territorio de lobos. Por ejemplo, el lobo obligó a los vecinos de los pueblos a organizar batidas comunales y hasta mediados del siglo XX estuvieron en práctica construcciones cinegéticas como pozos simples o trampas de cabrita para atraparles. Como consecuencia de la presencia de lobos, los rebaños comunales se vigilaban a la vela, un sistema de turnos entre todos los vecinos. El lobo ha sido responsable también de diferentes costumbres pastoriles, de la elaboración de diferentes tipos de rediles, de la selección de razas ganaderas o de la elaboración de carrancas con numerosas tipologías. El lobo justifica la urbanización rural, con la construcción de corralizas, cabañas, chiviteros o pariciones para proteger los ganados. Este depredador aparece también en decenas de palabras, topónimos, refranes y fábulas. El lobo está en todos los rincones, en las conversaciones, es una parte fundamental de la cultura del noreste.

-De su contacto con la población que ha convivido con el lobo se desprende que...

-Los habitantes del noroeste han sido tolerantes con la naturaleza de su entorno; los pastores, y en general los habitantes de este territorio, han entendido al lobo como un elemento con el que no quedaba más remedio que convivir. La propia resistencia del depredador, que no conseguía ser exterminado, justificó una obligada coexistencia. Hace unas semanas recogía a un ganadero octogenario de Aliste la frase: "El lobo nos ha hecho bien de perrerías, pero son cosas de la vida". Me atrevería a decir después de conocer 300 testimonios que el lobo es respetado, no odiado.

-La investigación ¿verá la luz en alguna publicación?

-La idea es publicar todos los resultados en un libro monográfico a finales de 2016. El volumen de información que se ha recogido es enorme y en este momento el grueso del trabajo avanza fundamentalmente en lo referente a la redacción y a la revisión de textos.