El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, acaba de avanzar en Zamora que los trayectos ferroviarios desde la capital a Madrid serán en alta velocidad a partir de febrero y se recortarán media hora con respecto a los Alvia, con lo que la duración total del viaje será de hora y media frente a las dos horas actuales. El presidente del Ejecutivo también ha anunciado dos nuevas conexiones extras tanto de ida como de vuelta que se sumarán a las existentes, aunque no ha concretado ni cuáles serán sus horarios ni cuándo entrarán en servicio. Además, ha adelantado que el objetivo es terminar la obra entre Zamora y Orense en 2018 y cuando se finalice el viaje va a durar una hora. Aunque su idea es lograr formar gobierno, según ha reiterado, considera que sería un "disparate" parar la obra si finalmente no gobierna el PP. "Hemos invertido mucho dinero y sería una locura no terminar la obra", ha zanjado el presidente del PP.

En materia de política nacional, Rajoy, ha criticado la decisión del PSOE de ceder senadores a Esquerra Republicana y Democracia y Libertad (con perfiles independentistas) y ha subrayado que el partido socialista lo que tiene que hacer es plantear un programa y no crear un gobierno con independentistas porque, a su juicio, "seria un fraude a los electores". Según ha remarcado, "los españoles nos han dicho que hablemos y nos entendamos entre los diferentes partidos" y ha vuelto a incidir en que "el único gobierno sensato es el del PP", al igual que mantiene su apuesta por una coalición integrada por PP, PSOE y Ciudadanos.

Tras realizar estas declaraciones en la estación de ferrocarril, el presidente del Gobierno en funciones se ha desplazado al centro de la ciudad para comer y dar un paseo en compañía de otros miembros de su paritdo, entre otros el vicesecretario de Organización y presidente del PP de Zamora, Fernando Martínez Maíllo. El zamorano ha aprovechado para conversar con Rajoy sobre alguno de los lugares y monumentos destacados de la ciudad, como la iglesia de San Juan, el Merlú o la calle Balborraz. Tras tomar un aperitivo en un bar de la Plaza Mayor y decenas de "selfies" con jóvenes y mayores, Rajoy y sus acompañantes han entrado en el conocido restaurante Serafín, donde han comido.