Será el próximo fin de semana cuando la localidad de Braganza vuelva a poner en marcha una de sus propuestas turísticas más exitosas, el Festival del Butelo y las Casulas, que este año llega a su cuarta edición. Un total de 25 restaurantes se unen a esta iniciativa, que contará también con animación en las calles y un mercado con una treintena de expositores donde se podrán adquirir productos típicos portugueses. "Trabajamos en colaboración con la Cofradía del Butuelo y las Casulas y también tenemos el apoyo de la Fundación Rei Afonso Henriques, que siempre está dispuesta a ayudar", agradeció el presidente de la Cámara Municipal de Braganza, Hernani Dias.

Un grupo de afortunados pudo degustar ayer precisamente en la sede zamorana de la Fundación Rei Afonso Henriques este plato típico de Tras Os Montes de la mano del chef portugués Eurico Castro, un emprendedor y creativo que apuesta por la transformación de productos tramontanos, especialmente la castaña, presentando soluciones originales y técnicamente innovadoras, con la voluntad siempre de hacer "más y mejor". El cocinero acompañó el menú con entrantes típicos, una ensalada de trucha marinada, una reconfortante sopa de castañas con faisán y pastel de hojaldre relleno de rabo de ternera. Como colofón dulce, los comensales, representantes de instituciones políticas, económicas y sociales, junto a miembros de medios comunicación, degustaron un pastel de nata y crema de castaña.

"Ahora estamos recuperando esta tradición gastronómica y hemos empezado a utilizar el butelo y las casulas, que son una especie de judía que se deja secar al sol para que las personas las puedan consumir después. En el medio rural antiguamente no había frigoríficos y se necesitaban productos para consumir todo el año. Las casulas después de secas se conservaban para poder comer durante todo el invierno", explicó Dias sobre el origen de los productos del plato estrella de Braganza.

La buena mesa se convertirá de este modo es una original excusa para visitar la ciudad vecina, al otro lado de la frontera, durante los días 22, 23 y 24 de enero. "Los visitantes podrán no solo comer butelo, sino también disfrutar de nuestro lado más cultural, ya que el domingo 24 los siete museos que tiene la ciudad se podrán visitar de forma gratuita", anunció el presidente, quien subrayó que, a pesar de ser una ciudad pequeña "Braganza tiene una gran oferta cultural".