Seis iglesias de la capital son candidatas a entrar en la nómina de templos de la esperada segunda fase del programa cultural Zamora Románica. La Consejería de Cultura de la Junta acaba de encargar el estudio de necesidades a la Fundación Santa María la Real del Patrimonio, que deberá decidir en qué edificios es más necesario actuar y cuáles pueden esperar a que engorde un presupuesto que nada tiene que ver con los más de seis millones de euros consignados en el primer acto, cuando se beneficiaron la mayor parte de los templos que componen el mapa románico de la ciudad. Algunos de los edificios fueron intervenidos de manera parcial; a otros no llegó ni el presupuesto ni el plazo del programa y existe un tercer grupo de bienes, donde estaba previsto actuar en los entornos, pero los problemas del Ayuntamiento de Zamora para "completar" el capital dificultaron las actuaciones.

a iglesia de Santa María de la Horta se benefició de varias actuaciones en la fase inicial, algunas de ellas muy profundas. En el exterior, un andamiaje completo permitió abordar la reparación integral de la cubierta, en particular, en la zona del ábside, donde fue colocado un nuevo sistema de evacuación. La retirada de morteros acumulados permitió recuperar el óculo, "anegado" por materiales añadidos al paso de las décadas. Asimismo, La Horta fueron intervenidas en el interior, al menos de forma inicial, una parte de sus pinturas murales. El estudio deberá determinar si el entorno, en los Barrios Bajos, es susceptible de ser remodelado.

no de los templos que recibió una intervención más completa fue la ermita de los Remedios, abandonada a su suerte durante décadas, clausurada a los fieles y al tiempo querida por los zamoranos en su habitual estación de regreso de la romería de La Hiniesta. El programa de la Junta desempolvó antiguas cruces pintadas en los pilares, símbolos de la consagración del templo. En las pechinas -espacios del encuentro entre la bóveda circular y los muros- las pinturas fueron desempolvadas para mostrar todo el esplendor del Barroco, encarnando a los padres de la Iglesia. El entorno también fue intervenido hasta ofrecer una visión renovada que respetaba, al tiempo, la esencia románica del pequeño edificio. Si acaso, el mayor "pecado" cometido en la iglesia ha sido la falta de mantenimiento desde su entrega al Obispado, titular del bien.

omo la anterior, el pequeño templo del Espíritu Santo se benefició de una reforma integral que ayudó a leer parte de la historia perdida de la iglesia, una de las únicas en las que se conserva el acta de consagración, de hace ocho siglos. La reparación de la cubierta, la recuperación de la sacristía o la colocación de un nuevo suelo fueron los trabajos más importantes. Los estudios arqueológicos ayudaron a conocer mejor el pasado de la iglesia, así como a descubrir una antigua ventana medieval en uno de los muros, posiblemente del siglo XIII.

En San Vicente los trabajos se centraron en conocer mejor el pasado del templo -el programa tiene un marcado componente de estudio- y en la recuperación de la deteriorada portada románica del templo, una antigua reliquia policromada que había sufrido la falta de protección ante el agua, además de parte de sus pinturas. En paralelo, fuera del programa de la Junta, fue restaurado el retablo de la capilla de Nuestra Madre de las Angustias, que recuperó todo su esplendor. Ahora, el documento de estudio propone la intervención en la torre, una de las más carismáticas de la ciudad. Cualquier ciudadano habrá reparado en la inclinación del prisma pétreo que ahora podría ser consolidado.

El pequeño templo, extramuros, de Santiago de los Caballeros es uno de los más misteriosos del legado románico. Lo acompaña la leyenda de ser la iglesia donde, dice la leyenda, fue armado caballero el mismísimo Cid Campeador. Más allá del mito, los técnicos de Zamora Románica valoraron de forma seria la adecuación del entorno o el establecimiento de un sistema de iluminación, acaso para señalizar la existencia de una joya románica oculta al ciudadano. Las obras de circunvalación para conectar las dos orillas del Duero en el llamado Puente de los Poetas han dejado al descubierto un pequeño templo capaz de inspirar la mayor de las fantasías medievales.

s uno de los edificios más emblemáticos del románico zamorano. El plan cultural confiaba en terminar las actuaciones de la primera fase en el templo situado en la Plaza Mayor, aunque el agotamiento del capital consignado lo hizo imposible. La fachada sur, para la que se propone su análisis, se encuentra visiblemente deteriorada, como lo muestra la fatiga de sillares que han perdido su ser en torno al grandilocuente rosetón que simboliza la ciudad.