Los robos y los hurtos, junto con la conducción de vehículos sin carné fueron los delitos que provocaron mayor número de denuncias registradas en el Juzgado de Menores a lo largo de 2015. En el primer caso, los adolescentes protagonizaron incidentes en los que exigían a sus víctimas diversos bienes, desde dinero a teléfonos móviles.

Por lo que se refiere al delito de ponerse al volante sin disponer del permiso, por lo general se trata de menores que viven en el ámbito rural y que cogen los vehículos para trasladarse desde sus domicilios a fincas de trabajo, apuntan fuentes judiciales. También se da el caso de adolescentes que lo conducen los turismos sin que sus padres les hayan dado permiso y que son detectados por la Guardia Civil o por la Policía.

Las infracciones más comunes tras las anteriores son las lesiones provocadas por la participación en peleas, como viene siendo habitual y, detrás, las estafas por la venta de objetos que no se corresponden con las características anunciadas, como teléfonos móviles. Como curiosidad, el año pasado un menor se hizo pasar por un técnico del servicio del gas para estafar a un anciano de 92 años. Las amenazas son otras de esas conductas que terminan en expedientes sancionadores, investigados por la Fiscalía de Menores y enjuiciadas por el Juzgado específico.