Los problemas que arrastra la carretera de acceso al barrio de Carrascal cada vez que hay intensas lluvias en la zona, embarrando toda la vía, podrían tener sus días contados. Los técnicos del Ayuntamiento se pondrán en breve manos a la obra para estudiar las posibles soluciones para que el barro no sea el protagonista en los días de lluvia en esta carretera, la única por la que se puede tener acceso al barrio. "Desde que estamos en la directiva, hace ya cuatro años, el Ayuntamiento siempre se había negado a arreglar este problema, que los vecinos llevan sufriendo al menos desde hace 20 años", calculó el tesorero de la asociación de vecinos de Carrascal, Alfonso Martínez, agradecido por que "al fin" esta petición del barrio haya sido recogida por el equipo de Gobierno para buscar una solución.

Desde el Ayuntamiento, el concejal de Obras, Urbanismo y Medio Ambiente, Romualdo Fernández, mantuvo ayer una reunión con los técnicos para plantear este problema y una solución "definitiva" para la carretera, por la que transitan cada día los vecinos del barrio para acceder a sus viviendas.

Martínez apuntó que la carretera, después de su último arreglo, sí dispone de sus pertinentes arquetas "para poder tragar el agua de la lluvia" pero que la dificultad está en los caminos particulares de algunas fincas, "que no disponen de estas medidas, por lo que arrastran el barro que luego es incapaz de asimilar la vía", explicó.

En este sentido, subrayó que la acumulación de barro y agua dificulta sobremanera la conducción en la zona. De hecho, en estos días se obligó a reducir la velocidad hasta los 20 kilómetros por hora para evitar cualquier accidente. El tesorero de Carrascal, a este respecto, señaló que en los últimos días dos vehículos se habían salido de la calzada "afortunadamente sin mayores daños que el susto que se llevaron los conductores".

Por su parte, Fernández reconoció la existencia de esos arrastres de barro en "al menos dos caminos particulares a fincas" y adelantó que la solución pasaría por exigir a los propietarios que habiliten sus caminos con los correspondientes aliviaderos o que los técnicos del Ayuntamiento realicen estos trabajos de forma subsidiaria. "Sea como sea finalmente, la medida se tomará según los estudios de los técnicos y de la manera más inmediata posible", indicó.

De momento, una cuadrilla del Ayuntamiento se acercó esta semana, tras las lluvias, para limpiar el barro de la carretera de acceso al barrio. "Aun así, todavía hay que tener cuidado, porque la zona no está todavía en condiciones óptimas", advirtió Martínez, agradecido por la labor de los operarios para solventar el problema para los próximos días.