Los falsos positivos de tuberculosis en el sector del vacuno de la provincia lleva al diputado provincial de Ciudadanos, David Carrión, a presentar una propuesta para que la Junta de Castilla y León establezca medidas para que los diagnósticos sean "más rigurosos". La iniciativa surge ante los animales supuestamente enfermos que se revelan sanos en las posteriores pruebas realizadas en los mataderos. La propuesta de Ciudadanos refleja la preocupación del sector con respecto a la campaña denominada de "saneamiento ganadero" ante los casos engañosos de tuberculosis, ya que el marcaje del animal lleva aparejada la inmovilización de la cabaña ganadera de la explotación y la retirada de la llamada "carta verde" que permite acometer la venta de las reses. Ante esta situación, el diputado provincial presentará el próximo viernes una moción de urgencia en el pleno de la Diputación para urgir a la Junta de Castilla y León "asegurar más el diagnóstico y eliminar posibles reacciones inespecíficas sin poner en riesgo el estatus sanitario de la cabaña ganadera".

La moción, con visos de salir adelante dado que es habitual la aprobación por unanimidad de aquellas propuestas consideradas "razonables", está amparada por "el gran acoso por parte de la administración pública que sufren en los últimos años nuestros ganaderos a través de los saneamientos ganaderos, a los que consideramos el verdadero cáncer de la ganadería", tilda Carrión, que habla alto y claro en su exposición de motivos. El diputado provincial no pasa por alto las ayudas que reciben los ganaderos establecidas en la actual normativa, una indemnización "que no cubre ni el valor de los animales ni el lucro cesante, es decir, la cantidad que el ganadero deja de percibir mientras sus animales empiezan a producir". En este sentido, Carrión alude a algún caso aislado -ocurrido en Galicia- donde un juez obligó al Gobierno gallego a pagar más de 3.000 euros a un ganadero por el sacrificio de un animal que finalmente resultó no tener la enfermedad. En esta línea, "si estas cantidades de dinero fueran tan altas en todos los casos, no se matarían tantos animales a la ligera pero, por desgracia, lo que se da a los ganaderos es una auténtica miseria".

La situación actual lleva a Carrión a proponer, a través de la Diputación Provincial, una "flexibilización para el diagnóstico de los animales reaccionantes a la prueba" por parte de la Administración regional y pone como modelo a seguir el aprobado en Asturias, con un nuevo protocolo más flexible para aquellas explotaciones que lleven más de tres años consecutivos con la máxima calificación sanitaria, las ubicadas en comarcas con prevalencia de la enfermedad menor del 1% o si los animales son trashumantes.