Deporte y amistad se unieron ayer gracias a don Paco Díaz, el párroco de La Natividad, la iglesia que aglutina a los fieles de los barrios de la Alberca, Alto de Arenales, donde está ubicada, La Villarina, Las Llamas y Siglo XXI. Una vez más, volvió a rodearse de los niños de esta zona de la ciudad para ofrece "una alternativa a la rutina de las vacaciones navideñas", apuntó.

El grupo estaba compuesto por más de ochenta menores, todos ellos participantes en el tradicional campamento de Sejas de Sanabria que cada verano se organiza desde la parroquia de la capital. Todos dispuestos a pasar una jornada de convivencia con el deporte como nexo de unión. "Los niños son muy participativos y los padres están encantados de que salgan algún día de sus vacaciones de casa, dejando por unas horas a un lado los móviles", argumentó el sacerdote, quien estuvo en todo momento al tanto de las actividades programadas para este día, participando incluso en alguna de ellas con los niños.

Los mayores del extenso grupo disfrutaron -por tercer año consecutivo- de uno de los deportes con más auge en la capital, el pádel. Fue precisamente en las pistas del club Pádel Indoor donde pudieron demostrar sus habilidades con la pala, disputando varios partidos gracias a la cesión de las instalaciones para esta jornada infantil. Un favor que agradeció especialmente don Paco, ya que se ha convertido en una tradición en los últimos años. Tras los partidos, los jugadores recibieron hasta sus propias medallas.

Recuperar fuerzas

Tras el esfuerzo sobre la pista, llegó la hora de recuperar fuerzas. Y lo hicieron también en compañía. Cada uno de los participantes en esta jornada se llevó su propio bocadillo para almorzar con los amigos en la casa parroquial, donde hace tan solo unos días el sacerdote había ofrecido su tradicional comida de Navidad para los vecinos de los barrios que acoge la parroquia que en estos días tan familiares no tienen con quien compartirlos. Tras la comida, la sobremesa se llenó con más juegos y muchas canciones para hacer mejor la digestión.

Por la tarde, con el cielo amenazando una lluvia que terminó por aparecer, se optó por los juegos más tradicionales en el polideportivo del instituto Claudio Moyano, hasta donde llegaron tras realizar varios viajes en coches y furgoneta.

En esta instalación del centro de la capital se reunieron los ochenta niños para compartir risas y una sana competencia durante los juegos, con partido de futbito incluido. Multitud de actividades que se pudieron realizar gracias a la inestimable ayuda de los monitores que participan en el campamento de verano, quienes hicieron un hueco en sus vacaciones navideñas para volver a reencontrarse con sus acampados en otro contexto, pero con la misma alegría que transmiten cada día durante su estancia en Sejas de Sanabria durante el verano.