Las siete propuestas con más posibilidades se sometieron a votación en dos bloques, las que apostaban por un recorrido hacia el Este de la ciudad (es decir, como hasta ahora, hacia Santa Clara) y las que metían el desfile hacia el Casco Antiguo (hacia la Catedral) nada más salir del Museo. Las primeras opciones sacaron 99 votos por 84 de las segundas. Así las cosas, quedaron tres opciones que se sometieron de nuevo a la votación de los presentes. La primera, que fue la que al final salió elegida, que obtuvo en esta votación 65 votos; una segunda que salía por la Plaza Mayor por San Andrés, San Pablo, Cortinas de San Miguel y Santa Clara para enfilar ya hacia Plaza Mayor y Catedral, que sacó 60 apoyos; y una tercera que era igual que la primera, pero en lugar de cortar por la calle Santiago subía por San Torcuato hasta la calle Benavente en busca de Santa Clara. Esta recibió 50 apoyos. 19 hermanos se abstuvieron y uno votó en contra de todas ellas. Con estos resultados se acometió una última votación pero ya únicamente con las dos propuestas finalistas, y fue la primera la que obtuvo el respaldo mayoritario, con 112 votos, frente a la segunda que se quedó con tan solo 32, con 19 asistentes que se abstuvieron y 23 que votaron en contra de ambas.

El segundo punto de la reunión extraordinaria del Santo Entierro sometía a debate qué hacer con el Traslado del Cristo Muerto, que es la conducción oficial de la imagen desde la Catedral a San Esteban el sábado anterior al Domingo de Ramos instaurada en los tiempos del anterior presidente, Luis Boizas, en la línea del Obispado de solemnizar este tipo de transportes, que se hacían en furgoneta. La actual directiva, presidida por Graciliano Hernández, constató la escasa asistencia de hermanos a esta actividad de la cofradía, que no ha acabo de cuajar, así como la ausencia de religiosidad que se observa en su desarrollo. 117 hermanos votaron a favor de acabar con el Traslado y siete en contra.