Los industriales y tenderos del Mercado de Abastos de Zamora aseguran que, este año sí, el consumo de productos asociados a las cenas de las fechas navideñas ha experimentado un notable repunte. La tónica es generalizada y se percibe en la mayoría de los puestos del Mercado, según afirmaban ayer los propios industriales.

Sin embargo, esta consecuencia y el hecho indudable de que el consumo de ciertos productos se dispara en Navidad ha traído aparejado un notable aumento de los precios en algunos productos. La comparación de los precios que los comercios marcaban ayer son sensiblemente superiores en muchos productos a los que se reflejaban hace un mes en el mismo lugar. "También nosotros lo pagamos más caro", aseguraba el responsable de una carnicería.

No obstante, hay que decir que la subida de precios no es comparable con lo que era habitual hasta hace unos años. Por ejemplo, el lechazo, producto muy socorrido para las cenas de Nochebuena, cotizaba ayer a una cantidad que oscilaba entre los 14,9 euros y los 12,9, dependiendo del origen y las características del animal. Son precios muy similares a los 12,5 euros de hace un mes. El tostón ha subido, como término medio, un euro el kilo hasta el punto de que ahora se sitúa en el entorno de los diez. El pollo de corral no se paga a más de seis euros el kilo en prácticamente ningún establecimiento. El cabrito, por su parte, podía ayer encontrarse a unos 19 euros el kilo. Hacer comparaciones con este último producto es complicado porque se trata de un alimento muy estacional con una demanda muy baja durante el resto del año. Otros productos menos "típicos" como el solomillo o las chuletas de cordero mantienen los precios estables.

Con el pescado y, sobre todo, con el marisco, no sucede lo mismo. Sin embargo, en este caso es imposible hablar de forma categórica de una subida de precios propiciada por la Navidad. La razón es que los productos que ahora se encuentran en el Mercado de Abastos tienen una calidad que difícilmente puede encontrarse en otra época del año. "Si traigo langostinos de 25 euros el kilo en octubre no los vendo, pero ahora sí hay demanda", argumentaba un pescadero del Mercado.

Por partes, el bogavante cotizaba ayer a casi cincuenta euros el kilo, lo que deja una pieza en más de veinte euros. Las cigalas, obviamente dependiendo de su calidad, se pagaban a una cantidad que oscilaba entre los 36 y los 98 euros el kilo. La langosta se situaba en el punto más alto de este abanico de precios. La almeja fina sí que ha subido, pues el kilo ha pasado de los 35 euros de hace un mes a los más de 45 de ayer siendo, en este caso, un producto muy similar. Las nécoras, por su parte, se pagaban a unos treinta euros. En este caso comprar antes para congelar resulta prácticamente imposible. "Si se quiere comprar un producto de esta calidad hay que esperar hasta esta semana porque no lo traemos antes, no hay demanda. El que compra y congela es porque prefiere consumir un producto menos estacional".