La empleada que acusó a la pareja de su jefe de propinarle dos bofetadas y provocarle un esguince cervical está denunciada por amenazar con un machete de cortar carne, que llegó a lanzar, a su presunta agresora y camarera del bar en el que tuvo lugar el suceso, según el titular del negocio, que admite que su novia le dio "un tortazo, pero ni le amorató la cara". Y afirma que reaccionó cuando la cocinera "levantó el machete amenazando, le pegó la torta y salió corriendo", afirma el titular del establecimiento situado en las inmediaciones de la avenida de Tres Cruces.

La disputa entre ambas, que terminó en denuncias mutuas ante la Policía Nacional, se desarrolló en la cocina porque la trabajadora, con la que las relaciones se habían deteriorado, se negó a preparar para un cliente el segundo plato del menú, pollo al ajillo, que tuvo que hacer el titular del negocio, según declara. Después de que el propietario del establecimiento sirviera el plato, pasadas las 23.15 horas, entró en la barra "para recoger con la camarera" porque ya era tarde "y sale la cocinera con platos y empieza a insultarnos. Se ha metido para la cocina y seguía hablando. La camarera ha ido para dentro a ver qué estaba diciendo y es cuando se han enzarzado". El joven afirma disponer de pruebas que demuestran que los hechos ocurrieron tal y como denunció su novia a la Policía Nacional, a la que llamó él mismo al producirse el incidente, con versiones contradictorias. La empleada afirma que recibió las dos bofetadas de la pareja de su jefe tras preguntar si el segundo plato del menú era pollo al ajillo y recibir por respuesta "insultos", a lo que la cocinera le espetó "no me extraña que se vaya todo el mundo" del bar. La trabajadora agredida asegura que la camarera y novia del propietario del establecimiento siguió con descalificaciones para terminar agrediéndola.

La relación se había enturbiado porque "había problemas para cobrar", indicó la cocinera, extremo que niega el titular del bar, "yo he pagado siempre, eso es mentira, cobraba 800 euros por una jornada de 30 horas y solo un mes le pagué el día 28 o 29". El joven achaca los problemas a que "ella quería librar el día 12 de diciembre y le dije que no porque en estas fechas hay muchas comidas, tengo otra cocinera a jornada completa" que no puede cubrir también ese turno. A partir de ahí, afirma que la empleada que denunció a su novia comenzó a generar tensiones.

También desmiente que le llegara la solicitud de rescisión de contrato por agresión. "Yo la despedí al día siguiente" del incidente, el 11 de diciembre, por burofax, el mismo día en el que el exmarido de la trabajadora fue a entregar el parte de baja de esta.