El realizador Tiago Pereira es el impulsor del trabajo "La música ibérica queriéndose a sí misma" que a partir de las 18.00 horas se presenta en el Museo Etnográfico.

-¿De dónde procede su interés por la música tradicional?

-Mi padre, Julio Pereira, en 1981 rescató el cavaquinho, un instrumento de cuerda pulsada portugués. Grabó un disco que puso en valor el instrumento y lo hizo adaptado a una nueva manera de entender la música que rompe con lo que hacen los grupos de coros y danzas. Yo odiaba la música tradicional, era más cercano a la música electrónica, pero llegué al entendimiento de que esos sonidos etnográficos son totalmente diferentes a lo que se vende enlatado.

-Se engaña a la música tradicional, pero ¿cómo comienza a plasmarlo de manera audiovisual?

-Un día estaba en un pueblo del Alentejo en el que había un hombre tatareaba imitando el sonido de un acordeón diatónico y lo grabé. A partir comencé a grabar y grabar.

-Desde hace unos meses está embarcado en el proyecto "La música ibérica queriéndose a sí misma" junto a Claudia Faro y a José Luis Gutiérrez "Guti".

-Un día "Guti" a través del muro de Facebook me preguntó que para cuándo en Zamora, un mes después se lo volví a preguntar y él comenzó a buscar respaldos económicos en el Museo Etnográfico de Castilla y León y el Consorcio de Fomento Musical. Contamos con los mejores expertos en el terreno, como Alberto Jambrina, Pablo Madrid, David Álvarez, en León, o Diego Silva. En nueve días grabamos más de 200 temas en más de 50 localizaciones distintas y la colaboración desinteresada muchas personas y colectivos.

-En las redes sociales ha subido parte del trabajo y ha sido todo un fenómeno.

-Totalmente. Hasta 22.000 interacciones tuvimos con un vídeo en un solo día, ya que una pieza de lo que grabamos por jornada se cuelga públicamente en la red con uso libre. Nosotros generamos materiales que ahora van a pasar a estar disposición del público en un fondo documental en el Etnográfico y en el Consorcio. Además, ahora queremos hacer un documental similar al programa "El pueblo que todavía canta", pero transfronterizo, siendo la primera vez que alguien hace el esfuerzo por hacer una suma de músicas a ambos lados de la frontera.

-¿En qué fase está ese documental?

-Estamos ya recogiendo materiales y estamos preparando los guiones para el programa piloto. Será una serie documental de unos 10-12 capítulos que queremos que se estrene en 2017 en televisiones de los dos países. Con este trabajo queremos reflexionar sobre la realidad musical entorno a la etnografía en los dos lados de la frontera y dialogar desde el punto de vista estético, musical y poético. Nuestra visión es la de unos artistas que buscan la belleza y la verdad en la música. Hay cientos de músicos que se nos ofrecen, pero buscamos propuestas que tengan que ver con la verdad, con lo honesto. Buscamos a gente que tiene que aportar algo. Nos interesa el compromiso vital que alguien tiene con su música.

-¿Hay mayor compromiso en alguno de los dos lados de la raya?

-En la parte personal de cada grabación cuando preguntas que cómo comenzaron a cantar las personas que tocan en el sur de Portugal nos dicen lo mismo que puede decir un habitante de un pueblo de Zamora. Pero a nivel global aprecio una diferencia entre lo que pasa en Portugal y en España.

-¿Y cuál es?

-En Portugal el mundo de la música tradicional es muy cerrado y la gente tiene prejuicios, pero en España se valora. Como ejemplo los españoles valoran cómo un anciano del Bierzo toca el tamboril, lo aprecian y os parece grandioso mientras que en Portugal solo lo valora ese círculo. Estamos encontrando a mucha gente que canta y la grata sorpresa de que mucha gente joven, con 10, 14 ó 18 años, canta como si tuviera un viejo dentro. Es importante que gente joven cante con esa honradez.

-Esta tarde usted y su equipo comparten en el Etnográfico la experiencia que están realizando.

-Es el momento de volvernos a encontrar. Es un trabajo de un equipo grande, de mucha gente que desinteresadamente nos reciben en sus casas y nos cantan sus canciones. Es el día de juntarnos todos y es el momento de pensar en el futuro por dónde y cómo vamos a seguir tanto en el documental como en el fondo público. En los próximos tres años grabaremos en toda Castilla y León y los territorios cercanos unas 600 grabaciones en la región, de las cuales colgaremos "perlitas" en nuestra web y toda la documentación estará accesible al público en las webs del Etnográfico y del Consorcio de Fomento Musical.