Sabía dónde estaban todas las entradas y cómo podía acceder a las instalaciones de Proyecto Hombre en Zamora para hacerse con el botín, ya que había sido usuario del centro. Fue en junio de 2010 cuando el hombre entró en estas dependencias, forzando la cerradura del taller, para conseguir desde móviles hasta relojes e incluso un ordenador portátil, además de otros efectos personales de los residentes de esta institución, como medicamentos y objetos de aseo personal.

Antes de iniciar el juicio sobre estos hechos en el Juzgado de Zamora, la Fiscalía y el abogado de la defensa llegaron a conformidad, por lo que la fiscal modificó su escrito de acusación y tuvo en cuenta la circunstancia agravante de reincidencia y la atenuante analógica de drogadicción, ya que el hombre había perpetrado el robo con el objetivo de conseguir dinero para el consumo de droga.

De este modo, la juez condenó al acusado por un delito de robo con fuerza a un año y medio de prisión, además de hacerse responsable de una indemnización civil tanto a la institución Proyecto Hombre por los daños causados en las instalaciones como por los efectos sustraídos, como a los usuarios a los que les sustrajo parte de sus pertenencias.