En Zamora sí hay playa. Y no solo una, sino hasta una veintena. Para la difusión de los espacios fluviales, la Diputación ha creado la campaña "En Zamora nos mojamos", un programa para difundir entre los turistas y los propios zamoranos los espacios de ocio de la provincia sometidos a obras de adecuación en los últimos años con fondos europeos gestionados por la institución provincial. El catálogo, presentado en Intur y que ya está a disposición del público en las oficinas de información, presenta hasta 18 playas con todos los servicios que ofrecen en la época estival.

Los ríos Duero, Tera, Esla, Órbigo o Eria, así como sus lagos, lagunas y embalses convierten el agua "en un ocio ideal en la provincia", reza el catálogo. Se trata de playas ubicadas en prados de ribera con sauces y chopos, así como en bosques de robles junto a lagos y embalses o en praderas y arenales donde disfrutar de las actividades náuticas.

Entre la ristra de zonas recreativas recogidas en el plan de ocio fluvial de la Diputación se encuentra la de Los Pelambres, en la capital, en la orilla izquierda del río Duero. La propia capital incorpora puntos de interés de la ciudad, entre ellos, los 23 templos románicos, 14 de ellos situados en el casco histórico. La ruta incluye también la iglesia visigoda de San Pedro de la Nave, en El Campillo.

Sanabria y La Carballeda es la que más playas fluviales recoge. Hasta diez están incluidas en el catálogo con referencias a los puntos de interés más cercanos, entre ellos, la Casa del Parque del Lago, el centro de interpretación del Lobo de Robledo o la escuela micológica de Ungilde, además del santuario de la Alcobilla o el centro de interpretación de la Miel, en Sagallos.

Precisamente uno de los espacios fluviales de la zona, el de Cional, ha sido el elegido como portada para el catálogo de playas, con una estética atrayente y paradisiaca. Está situado a 200 metros del propio pueblo, junto a la carretera, dentro de la Reserva Regional de caza Sierra de la Culebra. Cuenta con bar, servicios, instalaciones deportivas, un parque infantil, aparcamientos y mil metros de césped para el uso y disfrute de los usuarios.

Otras siete playas fluviales más recoge la zona de Benavente y Los Valles. En su caso, la Diputación no olvida introducir entre sus iconos otros puntos de interés como el monasterio de Santa María de Moreruela, las Lagunas de Villafáfila o una ruta arqueológica por el centro de interpretación del campamento romano de Petavonium de Santibáñez de Vidriales, el campamento romano de Rosinos, el Castro de Las Labradas de Arrabalde o el aula arqueológica del Neolítico en Morales.

Casi una veintena de espacios fluviales con sus respectivas joyas patrimoniales que ayudarán a zamoranos y turistas a descubrir tesoros al alcance de su mano.