La Diputación Provincial adquirirá cuatro terminales para que sus trabajadores fichen con huella dactilar. Para ello, la institución ha lanzado un contrato cuyo pliego de condiciones alude a "equipamiento físico y lógico para el establecimiento de un control horario mediante un sistema automático, electrónico o informático para instalar en diversos centros de trabajo de la Diputación", reza el pliego, que es público a través del Boletín Oficial de la Provincia.

El contrato, al que todavía pueden optar las empresas interesadas en presentar sus ofertas, alude a la adquisición de cuatro terminales, dos destinadas al palacio provincial y otras dos, para el edificio de Las Arcadas, ambos en la plaza de Viriato. El objetivo de disponer de dos terminales es doble: por un lado se pretende "agilizar la entrada y salida del personal en los momentos pico" y, por otra, "disponer de redundancia de dispositivos en caso de indisponibilidad de alguno de ellos", estipula el contrato. Los terminales deberán disponer de capacidad de almacenamiento de los datos de un número mínimo de 200 usuarios por equipamiento y deben disponer de lector biométrico, es decir, un sistema para la captura de huellas digitales. De manera adicional, dispondrán de lector de tarjetas, llaveros de proximidad, claves o códigos de identificación. Con la entrada de los terminales deberá entregarse un mínimo de 50 tarjetas o mecanismos para permitir la identificación mediante procedimientos no biométricos para ser utilizados cuando el control vía huella dactilar no sea posible.

El programa informático, según el contrato, "debe controlar las entradas, salidas y ausencias, ofrecer listados globales o individualizados por empleado, posibilidad de exportar los datos a hojas de cálculo o registrar horas extraordinarias". El suministro de los terminales se entregará a la Diputación Provincial en el plazo de un mes a partir de la formalización del contrato para su uso cuando la institución considere conveniente. El presupuesto del contrato asciende a 12.100 euros.

Conciliar la vida laboral y familiar es una de las apuestas que lanza la Diputación Provincial a través del nuevo reglamento de los funcionarios, que ha estipulado por primera vez en la institución una jornada flexible para los empleados públicos. Para ello, los trabajadores tendrán un horario obligatorio de 9 a 14 horas frente a su horario completo, fijado entre las 7.45 y las 15.15 horas. El tiempo no trabajado que reste podrá recuperarse dentro de la franja laboral de los martes, miércoles y jueves entre las 15.15 y las 21.00 horas. En lo que se refiere a la paga extra de los funcionarios pendiente desde 2012, los trabajadores cobrarán la parte que resta en la nómina de marzo del próximo año.