La Policía Nacional tomó ayer declaración al dueño de los dos galgos muertos a tiros por un cazador que le amenazó con la escopeta al increparle por haber disparado a sus perros. La testificación se ha producido una vez que el dueño de los canes interpuso la correspondiente denuncia la tarde del martes, el mismo día del suceso, que tuvo lugar a las 11.00 horas, en el Camino de Las Chanas, en el barrio de Carrascal.

El propietario de los animales pudo ayer depositar los cadáveres en una clínica veterinaria, previa autorización de la Junta de Castilla y León y tras haberles mantenido en su nave desde que los retirara por orden de la autoridad hacia las 14.15 horas del lugar donde murieron por uno o varios disparos, lo que determinará la autopsia. Los galgos muertos permanecen congelados a la espera de que les examine el veterinario.

El vecino de la capital volvió a relatar ayer cómo se sucedieron los hechos la mañana del martes, cuando sacó a sus cuatro galgos a una amplia explanada, situada en las inmediaciones de El Camino de Las Chanas, y al poco de dejarles sueltos escuchó disparos y chillidos de perro. Al aproximarse, pudo ver a un hombre de unos 40 años, vestido de cazador, con varios podencos y la escopeta con la que acababa de disparar en la mano. Al increparle, el hombre le encañonó y le dijo "no te pongas tonto, que te pego dos tiros también". El enfrentamiento terminó cuando el vecino de Carrascal decidió abandonar el lugar para llamar a la Policía Nacional, momento que aprovechó el cazador para irse en dirección al Camino de Las Chanas y desaparecer.

Al lugar de los hechos, acudieron también los agentes del Seprona de la Guardia Civil, si bien no recogieron los animales, al parecer, porque ese paraje está dentro de la circunscripción de la Policía Nacional, lo que impide a la Benemérita investigar los sucesos que se producen en la capital.