Níquel, latón y cobre son los ingredientes principales de la receta del euro. Resulta complicado calcular la enorme cifra de monedas que recorren a diario los diecinueve países de la Eurozona. Lo que sí se sabe es que dejan reflejo del turismo, un sector muy beneficiado con la moneda común. Desde su incorporación, el euro ha facilitado considerablemente los viajes por el continente, no solo para los países miembros, también para aquellos foráneos que desde lejanos puntos del globo hace tour por Europa sin tener que cambiar constantemente de divisas. Y las monedas dejan rastro, ya que el anverso es idéntico, pero el reverso de los euros simboliza el país donde se ha acuñado.

A pesar de las estadísticas, Zamora no escapa a este fenómeno. Los datos registrados por el INE presentan una bajada de pernoctaciones respecto al año anterior durante los meses de verano. A su vez reflejan una estancia media de 1,89 días por viajero en la provincia, un dato considerablemente inferior a los 2,4 días de media española. Aunque, a pesar de las cifras, la mayoria de trabajadores del sector han notado una subida en el tránsito de extranjeros.

Cientos de carteras y cajas registradoras de la ciudad cercada se llenan todos los días de variados euros con una historia diferente en sus reversos como resultado de la afluencia turística. Hacer un pequeño análisis al respecto da como resultado la mayor presencia de una monedas frente a otras. La "Bundesadler" alemana, el "Sello real portugués y el "Hombre de Vitruvio" italiano son los más vistos en los establecimientos. "Hemos notado un estupendo repunte de la afluencia turística extranjera" durante los pasados meses, se enorgullece Manuela González, trabajadora en la cocina del restaurante El Rincon de Antonio. "Muchos alemanes, franceses, ingleses y estadounidenses viene aquí buscando la ruta gastronómica de la zona", añade.

Otros restaurantes, también se muestran satisfechos con los ingresos que han generado el tránsito de turistas este caluroso verano. "Ha sido un buen mes de agosto, sin embargo la mayoría de nuestros clientes extranjeros viajan por toda la Comunidad y no suelen alargar su estancia en la provincia más de un fin de semana", comenta David García, uno de los propietarios del restaurante Tbo Snack & Dinner.

La mayoría de los extranjeros realizan pagos con tarjeta en tiendas de ropa y hoteles. Son los comercios que venden artículos con precios reducidos los que recopilan más monedas. Como la tienda de recuerdos de Olga Urriza, natural de Pamplona. "Muchos americanos, ingleses y alemanes han paseado estos meses por el Casco Antiguo a pesar de la poca promoción turística de esta ciudad", asegura Urriza. "Los visitantes llegan y se sorprenden con los aspectos turísticos que hay en Zamora y que desde fuera se desconoce", lamenta.

Las opiniones recogidas por un portal de viajes respaldan las reflexiones de la pamplonesa, "¡Qué sorpresa encantadora descubrir Zamora!. Una ciudad amurallada medieval sobre el río Duero. Zamora es el sabor de la auténtica España. Aparte del Castillo y la Catedral, hay preciosas iglesias y museos para visitar. La zona nueva de la ciudad es animada y la noche, vibrante, con muchos bares y restaurantes. Aunque pocas personas hablan inglés, no supone un problema. Un lugar encantador para visitar" relata en la web un turista tras una visita.

Puede que la mayoría no se percate del fenómeno de las monedas, pero la curiosidad aparece cuando sucede al contrario y son los zamoranos los que salen de España. Más de uno habrá realizado un viaje por otro país europeo y tras su vuelta habrá recordado su estancia con cierta añoranza al vaciar los bolsillos y encontrar una moneda sin la cara del monarca. Esta variedad numismática ayuda a recordar que a falta de industria, Zamora necesita el turismo. Antes de realizar su viaje, los visitantes deberán saber que Zamora ni se hizo ni se ve en una hora.