Varios delitos por robo y tráfico de drogas le llevaron a prisión hace ya diez años y todavía le quedan cinco por delante. Sin embargo, es uno de los afortunados que puede presumir de contar con un puesto de trabajo gracias al programa Reincorpora. "Estuve haciendo prácticas hasta un 27 de agosto y el 1 de septiembre ya estaba trabajando de manera indefinida", explica, satisfecho. Su empleo radica en un vivero con actividades de horticultura y "ojalá dure mucho porque es muy motivador". Al igual que su compañero, se encuentra todavía en el segundo grado, dentro del denominado 100.2, es decir, puede salir al exterior del centro penitenciario para trabajar "y vuelvo a dormir al CIS", apunta, en referencia al Centro de Inserción Social de Zamora. Es madrileño, sin embargo, "me da un poco igual trabajar aquí, allí o en Salamanca, lo que quiero es salir adelante". Cuenta con el apoyo de su familia, su timón de vida, y cada día piensa en su hija de 12 años para seguir adelante y conseguir la anhelada libertad.