Aunque el sida se haya convertido en una enfermedad prácticamente crónica debido a los avances médicos desde los años noventa, aquellos que lo padecen siguen notando los efectos de la discriminación en el ámbito familiar, laboral y social, debido sobre todo a la falta de información. Hoy es el Día Mundial del Sida, una enfermedad que padecen más de doscientos zamoranos.

El Comité Antisida de Zamora cumple en 2015 veinte años al servicio de los enfermos de la ciudad, a los que ofrecen una atención integral, desde el sanitario al psicológico e incluso el jurídico y el laboral. Aunque dependen de las subvenciones de administraciones públicas y han sentido el recorte de algunas ayudas que, debido a la crisis, han desaparecido, Silvia Alonso, presidenta del Comité, quiere agradecer a instituciones como el Ayuntamiento, la Junta o la Diputación su colaboración en los programas de tratamiento y prevención, sobre todo a nivel informativo. "Antes había muchas campañas y muy insistentes, pero ahora se ha reducido a medios digitales y eso se nota", explica Alonso, aunque añade que, afortunadamente, en España no han dejado de suministrarse medicamentos antirretrovirales a los enfermos por motivos económicos.

Tanto desde el Comité como desde la rama sanitaria reconocen un cambio de perfil del enfermo de sida en los últimos años. "A mediados de los noventa la mayor parte de los enfermos se infectaban por vía intravenosa, pero actualmente la mayoría de casos se producen por vía sexual", comenta la doctora María Teresa Palacios, que lleva más de quince años trabajando con enfermos de sida en el Hospital Río Hortega de Valladolid. "Desde hace unos años destaca que ha aumentado el número de casos entre hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres", alerta asimismo Silvia Alonso. Ambas hacen especial hincapié en la prevención y en la detección precoz, un aspecto en el que los avances médicos también han supuesto un cambio significativo. Con un sencillo test se puede saber si se es portador del VIH en apenas veinte minutos y de forma confidencial.

Los avances médicos de las últimas décadas han supuesto un verdadero cambio en la vida de los pacientes. "Los medicamentos son muy eficaces, se toleran mejor que los anteriores y el número de pastillas ha disminuido. Se ha convertido en una enfermedad crónica y la supervivencia se asemeja a la de la población general, sobre todo entre aquellos que tienen el sistema inmunológico preservado", explica la doctora Palacios. Tanto ella como Alonso insisten en la importancia de acudir a los comités o al médico de atención primaria si se han mantenido relaciones sexuales de riesgo o si se cree que se puede haber contraído el VIH, ya que, cuanto más precoz sea la detección, mejor se reaccionará al tratamiento y se evitarán posibles infecciones.

Lamentablemente y pese a los avances médicos y científicos, los enfermos continúan siendo estigmatizados, en muchos casos por falta de información que deriva en miedo. "Aunque sea algo crónico, la percepción de sí mismo y de la social no es lo mismo hacia un enfermo de sida que hacia un diabético. Hemos avanzado, pero aún queda un largo camino por recorrer", concluye la doctora Palacios.