El pintor abulense Juan Gil expone en la galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida un total de 42 obras realizadas a lo largo del presente año en una muestra que puede verse hasta el próximo 15 de diciembre.

-Presenta 42 nuevas obras en las que demuestra ser fiel a sí mismo, aunque con ciertas innovaciones.

-La composición es algo diferente, aunque presento la misma técnica. Tratas de ir incorporando elementos nuevos, pero siempre con la base con la misma técnica y en líneas generales, los mismos fondos. En la muestra se puede ver mucho trabajo, mucha dedicación, mucho esfuerzo y, sobre todo, tratar de agradar al espectador. Vuelvo a pintar cosas del recuerdo como los juguetes, los peones o los cochecitos.

-¿De dónde procede su interés por esta temática?

-Realmente no lo sé. Creo que en el fondo siempre tratas de buscar el ser diferente. Contar con una seña de identidad a fin de que no haga falta ver tu firma en una obra para que el espectador sea capaz de identificarla. Poco a poco vas incorporando elementos y al final te quedas o bien con lo que más te identificas, con lo que más te gusta o con lo que más cómodo te siente a la hora de pintar. Lo trabajo desde hace unos cuatro años, aunque en otras muestras he exhibido más cuadros donde el paisaje estaba más integrado como fondo.

-¿Está cómodo jugando con los juguetes?

-Sin duda, es muy agradable. Además ahora no sé hacer otras cosas (risas). Cuando no los pintos es como si me saliera de mi tema. Creo que, ante todo, tienes que está muy cómodo con lo que hagas, con lo que estés creado, pues es pintar y pintar.

-En esta exposición incluye obras con unos singulares palos de golf.

-Empecé a pintarlos en otra exposición, lo introduje en un formato redondo y me gustó la sensación y al público también parece que le gustó. En la exposición de Zamora quería de nuevo incidir y conocer la reacción del espectador.

-Un elemento presente en varias piezas son las máscaras venecianas.

-Es un recurso para mostrar la timidez de la persona que está posando. Lo utilizo para no poner un rostro, lo que le da cierto toque de misterio y luego desde el planteamiento estético este tipo de máscara otorga un tope de elegancia.

-Los fondos a veces tienen tanta importancia como el tema.

-Doy pinceladas para equilibrar la composición de la obra, tiene su toque de espontaneidad, pero no está al azar. Algunos cuadros lo demandan.

-Hace un guiño al desnudo, pero, en esta ocasión, en color.

-En la anterior exposición hice en blanco y negro y ahora lo hago en color porque me apetecía, sin más. No descarto que retorne al desnudo en blanco y negro. Las piezas que exhibo son todas hechas este año, fruto del trabajo de lunes a domingo. De los artistas solo se ve lo bonito, lo agradable que el día de la inauguración, pero no se ve el día a día de un artista que es muy duro.

-¿Y muy desconocido?

-Sí. Mucha gente tiene la idea de que realizar un cuadro es sentarse en una silla el domingo tras comer, cuando son muchas horas a diario y muchas jornadas. Hace falta mucha constancia y muchas horas de trabajo. Es vivir para el arte.

-Ahora para lograr hacerse con un hueco ¿tiene que ser así?

-Para destacar tienes que tener cualidades y para ti el arte tiene que serlo todo. La familia es la familia, pero el arte tiene que ser el centro, serlo todo, y en mi caso así sucede desde los 16 años. Llevo más de 30 años pintando, por lo que cada vez me meto más en el mundo del arte que es como una droga. No podría pintar sin pintar.

-Su planteamiento choca con el destierro de las artes plásticas de la educación.

-Es imprescindible que los centros educativos promuevan tanto su enseñanza como las visitas a museos o bien la asistencia a conciertos. Siempre se había pensado que era una materia menor y el arte puede ser una profesión tanto para pintar como para la docencia. Un profesor de Bellas Artes puede ser docente y también pintar o un profesor de Educación Física puede ser también deportista. Al arte no se le da la importancia debida quizá porque el "artisteo" se asocia con el mal vivir, cuando es un ámbito como otro cualquier en el que hay que trabajar y trabajar como en todo campo cualquiera.