Lleva tres años en prisión por un robo con fuerza por problemas de adicción y le restan otros tres por delante para conseguir la ansiada libertad. El camino de transición lo dedica a luchar por una causa: la reinserción. Se trata de un paso "muy positivo, pero también muy duro, sobre todo, si no tienes apoyo". Es consciente de que su modo de vida le ha separado de la gente que más quiere, "mi madre, mi hijo...", y lucha cada día para ganarse el respeto y el cariño que un día perdió. El programa Reincorpora de La Caixa le ha abierto un mundo desconocido hasta el momento para Álvarez como es el de la horticultura. Con anterioridad a entrar en prisión se dedicaba a la construcción y "ahora trabajo en el vivero tan contento, porque estoy aprendido muchas cosas e incluso he ido a la vendimia 19 días", explica. Consciente de que "integrarse no es sencillo", tiene claro que "no voy a bajar la guardia porque es fácil que se te vaya de las manos". A sus 45 años, roza con las manos el tercer grado, si bien se encuentra en la modalidad 100.2 del segundo grado, que posibilita poder salir al exterior a realizar una actividad tanto laboral como educativa.