La noche anterior al crimen, el 13 de febrero de 2014, era el cumpleaños del finado y la pareja discutió, "ella siempre habla mucho, dice que va a hacer esto y lo otro". Su padre se enfadó, explicó el hijo del pastor asesinado en Santa Cristina de la Polvorosa, K.O.K, quien pidió para su madre 20 años de prisión como cómplice del crimen, si bien su abogado dejó la petición en tres por encubrimiento. Sonia K. había contado que la disputa fue porque él quería celebrar el cumpleaños y no había dinero. Se fue y regresó la madrugada siguiente "oliendo a alcohol", "yo me había duchado, estaba con un camiseta en el sofá", sin más ropa, "fue a la cocina, volvió con un cuchillo", comenzó a pegarla y la dejó desnuda por completo, para arrastrarla por el pelo a la calle. Sería en ese momento cuando habría aparecido Juan Carlos B.R., el asesino. La existencia del cuchillo ni siquiera se sometió al veredicto del jurado, ante las dudas de que lo hubiera usado. El hijo desmiente a la madre e indica que, cuando se fueron a trabajar hacia las 12.00 horas, el padre estaba y al regresar por la tarde ya no le encuentran. Es la versión que admite el jurado. Él fue quien empujó a la madre a poner la denuncia por desaparición, tras salir "de noche a buscarle por los bares. Ella no quería".

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