El jurado ha declarado por unanimidad "culpable de asesinato" al ganadero que confesó ser el autor de la muerte del pastor búlgaro, de iniciales A.O., al que tiró a un pozo cuando estaba vivo el 15 de febrero de 2014, en el caso denominado crimen de Santa Cristina crimen de Santa Cristinade la Polvorosa, y como encubridora a la viuda y pareja actual del acusado. El tribunal popular considera que la procesada trató de "eludir la investigación" de la Guardia Civil, emprendida para resolver el caso, puesto que presentó una denuncia de desaparición voluntaria de su exmarido.

El procesado, Juan Carlos B.R., permanecerá en la cárcel un mínimo de 15 años (lleva año y medio en prisión preventiva), como pide la Fiscalía de Zamora; o un máximo de 17 años, que solicita la acusación particular. La magistrada que presidió el juicio, Ana Descalzo Pino, debe fijar los años de reclusión en una sentencia, lo que hará posiblemente la próxima semana. El abogado de la defensa pide que se deje la pena de prisión en la mínima posible, tras anunciar ya que recurrirá el fallo judicial por entender que no hay pruebas del asesinato y que fue un homicidio.

La imputada, Sonia K., se enfrenta a un máximo de tres años de prisión, aunque su abogado solicitó la pena mínima de seis meses o la exculpación por la aplicación del artículo del Código Penal que permite evitar la condena de cárcel cuando se encubre al cónyuge o pareja sentimental que ha cometido un delito. Este letrado también recurrirá el fallo de la Audiencia Provincial de Zamora si implica el ingreso en Topas para la viuda del pastor.

El veredicto del jurado, hecho público hoy, a las 11.22 horas, en la Audiencia, estima por una unanimidad que Juan Carlos B.R. "golpeó" al ciudadano búlgaro, de iniciales A.O., y lo tiró al pozo "intencionadamente para provocar su muerte, asegurándose el éxito de su acción", donde falleció por "ahogamiento seco", una de las posibilidades apuntadas por los forenses en su informe. Antes, le amarró de pies y manos "con ataduras fuertes" para conseguir su "inmovilización", de modo que la muerte "no fue instantánea", según el veredicto, ni tampoco a causa del hundimiento del cráneo al golpearle con una barra, como había declarado el procesado.Estos hechos se consideran probados en el veredicto, en base también al resultado de la autopsia.

Los integrantes del jurado descartan la aplicación de las atenuantes de confesión, porque Juan Carlos B.R. solo contó el asesinato cuando la Guardia Civil le detuvo; ocultó el cadáver cinco meses en el pozo, hasta el 13 de julio de 2014, cuando lo extrajo con su tractor para quemarlo con gasolina y pajas la madrugada del 14 de julio de 2014. Tampoco se le aplicará la atenuante de reparación del daño, puesto que entregó 20.000 euros, parte de la indemnización de 120.000 euros que le exige la Fiscalía, el mismo día que comenzaba el juicio en la Audiencia, el lunes pasado minutos antes del inicio de la vista oral. La acusación particular, satisfecha con el resultado del juicio con jurado, mantiene la petición de 200.000 euros par el hijos del pastor asesinado para reparar el daño moral al dejarle huérfano.