El abogado del ganadero abandona la petición de absolución inicial para su cliente y solicita dos años de prisión por homicidio imprudente o bien siete años y medio de cárcel por homicidio con atenuantes de confesión y reparación del daño.

La fiscal mantiene la petición de 15 años por asesinato para el industrial y tres por encubrimiento para su pareja y excompañera sentimiental del pastor fallecido. El abogado de la acusación particular mantiene los 20 años por asesinato para los dos; y la abogado de la imputada, 20 años para cada acusado x asesinato.

La policía científica de la Guardia Civil destaca las fuertes ataduras en manos y pies, con cuerdas azules, que realizó el ganadero de Santa Cristina de la Polvorosa al pastor que está acusado de matar el 14 de febrero de 2014, tras propinarle un fuerte golpe en la cabeza.

La fiscal, en la sesión del juicio que se celebra hoy, insistió en las lazadas y los nudos hechos, "muy, muy fuertes", que incluso impidieron que se movieran con la descomposición del cadáver, para tratar de demostrar que la víctima estaba viva cuando fue arrojada al pozo, con una piedra atada en los pies.

Los guardias describieron que el cuerpo estaba empapado en gasolina, cubierto de paja, hollín y cenizas, boca arriba, con piedra encima, y calcinado en parte. Al moverle se encuentra la cartera con documentación, fotos de los hijos y teléfono móvil.

Por su parte, los forenses no descartan la muerte por traumatismo craneoencefálico leve porque no hay fracturas o lesiones a nivel cerebral y lo más seguro es que la muerte no fuera inmediata, sino por inconsciencia y ahogamiento o la sumersión. La asfixia como estrangulamiento o sofocación tampoco se descarta, detalla la forense. En todo caso, no pueden asegurar que la víctima estuviera viva o muerta cuando fue arrojada al pozo.