El doctor Luis Montes, presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente -que pide la despenalización de la eutanasia en España-, participó ayer en un coloquio en la Alhóndiga organizado por Izquierda Unida sobre "Disponibilidad de la propia vida" y los derechos de las personas a decidir sobre su muerte.

-¿La eutanasia sigue siendo un tema tabú en España?

-Siempre que se legisla cualquier tipo de derecho hay un debate social. Durante las legislaturas de Rodríguez Zapatero se promulgaron bastantes leyes que exigieron concienzudos estudios de opinión para saber qué pensaban los ciudadanos. Por ejemplo, la ley del matrimonio gay salió adelante porque más del 70% de la población estaba a favor de que las personas pudieran compartir su vida independientemente de su sexo. Con la muerte digna ocurre lo mismo, porque la sociedad tiene claro que los sufrimientos inútiles no valen para nada y que si la muerte es inevitable, tiene que transcurrir del mejor modo posible. Eso es algo universal para cualquier ciudadano y las encuestas de opinión reflejan que alrededor del 80% de los españoles están a favor de una muerte digna, por lo que creo que la ley saldrá adelante en breve.

-Si hay tanto consenso, ¿por qué no sale adelante? ¿Pesan mucho las opiniones del sector más conservador?

-No debería haber problema. La sociedad cada vez es más laica, aunque dentro de ese 80% hay una gran parte de personas que se declaran católicas, pero que entienden que el sufrimiento inútil no conduce a nada. Tu confesión religiosa puede motivar una acción individual, pero el debate público es algo de todos que tiene que ver con los derechos y la opinión en eso es mayoritaria. De toda esa población hay muchos votantes del Partido Popular que también opinan así, por supuesto, y también de otros partidos que defienden la sacralidad de la vida.

-¿Se contrapone el derecho a la muerte digna al derecho a la vida?

-El derecho a la vida es fundamental y es el más importante que tenemos, pero no podemos convertirlo en un mal indeseable. Todo ciudadano tiene claro que su vida es suya y que puede finalizarla. El derecho a la vida exige la voluntad a seguir viviendo y no se puede convertir en una obligación de ninguna manera. Tienes la facultad de poder decidir cuándo y cómo quieres finalizar tu vida y en esos consensos de mínimos están de acuerdo muchos españoles. Todos estamos a favor de la vida, pero siempre y cuando sea un bien negociable y no un mal indeseable.

-¿Tienen esperanza en que se apruebe una ley sobre Muerte Digna en España?

-Creemos que es un debate que interesa y que está en la ciudadanía porque verdaderamente preocupa a la sociedad. Estamos en un proceso político que, de una u otra manera, va a representar un cambio, aunque no sabemos hacia qué signos. Nuestros representantes tienen que reflejar las preocupaciones de los ciudadanos y una de ellas es la calidad de la muerte en este país. En España se muere muy mal y la mayoría de la población sabe que hay que cambiar el ordenamiento jurídico para permitir una muerte voluntaria en un contexto de intenso sufrimiento. Soy optimista y creo que vamos a tener en breve, en esta década, un cambio en el código penal.

-Ahora que estamos en año electoral, ¿han sentido el apoyo pleno de algún partido?

--Es un tema que siempre ha estado en debate. Partidos como Izquierda Unida, con sus distintas siglas, siempre lo ha llevado en su programa y en cada legislatura siempre ha planteado esa ley. De cara a estas elecciones, Podemos también ha incluido en su programa la discusión de una ley de disponibilidad de la propia vida. Estamos a la espera de saber qué harán Ciudadanos y el PSOE, que mantienen una posición ambigua.

-Legislativamente España está por detrás de otros países que sí han promulgado leyes en materia de eutanasia. ¿Sería muy complicado aprobarlas en este país?

-No, todo está muy pensado y hablado. Hay diferentes culturas, la anglosajona se ha decantado por la terminalidad mientras que otros países han optado por el sufrimiento sin posibilidad de tratamiento para poder acogerte a ese derecho. Lo que nos debe preocupar de esa futura ley es que sea lo suficientemente garantista para que no haya abusos, pero eso está en la propia definición de eutanasia, que significa "buena muerte". Creemos que una muerte voluntaria, reiteradamente solicitada por una persona autónoma y competente serían garantías suficientes.

-¿Se han encontrado con el apoyo dentro de la propia profesión médica?

-Es un colectivo en el que ha habido muchos debates. Desde el año 83 se han tratado diferentes temas como la interrupción voluntaria del embarazo, que ha pasado por diferentes estados legislativos. Aunque ha habido objeciones de conciencia, en España se han practicado abortos aún siendo dos vidas. Con el tema de la eutanasia, cuando ya has escrito tu biografía y tienes un final con intenso sufrimiento, creo que la mayoría de los profesionales estaríamos a favor de aplicarlo, salvo si fuéramos fundamentalistas.