Dio su nombre, pero otros apellidos y un número de carnet de identidad que coincidían con los datos de otra persona para realizar el contrato de la compra de un nuevo teléfono móvil. El objetivo era presuntamente hacerse con un nuevo terminal sin desembolsar ni una mensualidad, ya que además aportó un número de cuenta donde no había movimientos desde hacía años. La fiscal solicitó en el juicio una pena de dos años de prisión para esta mujer -con antecedentes- por un delito de estafa.

Por su parte, el hombre propietario del DNI involucrado lleva tres años en la lista de morosos, a la espera de una resolución del caso. La defensa solicitó la absolución, acusando a la compañía telefónica de "negligente".