La de Santiago Salvador es, por desgracia, la historia de todos aquellos que han pasado por la Casa de Acogida Madre Bonifacia. Con 55 años, y en el paro desde que explotó la burbuja inmobiliaria, este albañil continuó sobreviviendo a los primeros envites de la crisis económica "a base de realizar alguna que otra chapuza, aunque ahora ya no queda ni eso", lamenta.

Cáritas le abrió las puertas para darle una cama "durante más de un año" y ahora se podría decir que tiene la suerte de disponer de una ayuda de 426 euros al mes, lo que le ha permitido compartir piso con otras personas en la capital. Una subvención que le da para pagar el alquiler y los gastos comunes de la vivienda y que finaliza este mismo mes de diciembre, sin, por el momento, posibilidades de acceder a nuevas ayudas. "Tengo 30 años cotizados, pero me exigen disponer ahora de un contrato de trabajo de seis meses para poder tener derecho a nuevas ayudas. ¿Y quién encuentra ahora mismo un empleo?", se pregunta.

Agradecido a la organización, ya que "me auxiliaron tras estar un año sin ayudas ni un lugar donde dormir", este zamorano ahora utiliza el centro para acudir cada día a comer y cenar. "Aquí cocinan de maravilla, hacen comida casera y yo les ayudo ejerciendo de camarero", apunta sobre su día a día en el centro. Con un cigarrillo en la boca -reconoce que es el único vicio que apenas le permite la ayuda estatal- ve su futuro con poca esperanza y mata el tiempo con los compañeros del comedor realizando diferentes talleres que oferta Cáritas para "tener la cabeza ocupada en otras cosas, sentirse ilusionados por algo y distraerse de sus preocupaciones", explica la directora María León. De hecho, gran parte de las obras realizadas en estos talleres se expondrán al público la próxima semana, dentro de las actividades que se han organizado para conmemorar el día de las Personas sin Hogar.

"La cosa está muy fastidiada para los que estamos en esta situación", subraya con la mirada triste. Aunque tiene relación con sus hijos, estos no le pueden ayudar y ahora busca una salida de urgencia para poder seguir viviendo "con dignidad".