"No son emigrantes al uso que cambian de país en busca de un trabajo. Huyen por algo terrible, para escapar de la guerra, para evitar la muerte, para sobrevivir... Y si lo consiguen, lo hacen con sentimientos de culpa y de autorreproche". Así habla sobre los refugiados la psicóloga del Centro de Escucha San Camilo de la Diócesis de Zamora, Sara Castro. La reincorporación a la nueva realidad de esos expatriados sin rostro que huyen de la guerra será el centro sobre el que girará la sexta edición de las jornadas de duelo, focalizados en la figura del refugiado.

Familias sirias, afganas, kosovares, nigerianas o somalíes escapan del terrorismo y la represión. Muchos han muerto ahogados en las aguas del Mediterráneo y "no podemos caer en la indiferencia que humilla", expresaba ayer el director del Centro de Escucha San Camilo de Zamora, Florencio Gago, también delegado diocesano para la Familia y la Defensa de la Vida, haciendo suyas las palabras del papa Francisco. Los duelos pueden ser "anticipados, asumidos, retardados, ocultos o patológicos", explica Gago, y estos últimos "son los más difíciles de afrontar". Los sentimientos que nacen ante la pérdida de un ser querido son los de "tristeza, rabia, culpa, odio o venganza". Sin embargo, en el caso de los refugiados se une el "autorreproche", añade la psicóloga.

Respeto y empatía

La buena acogida está sostenida por dos puntales claves: "El respeto y la empatía, es decir, ponerse en su lugar, saber los motivos por los que han decidido huir", insiste Castro. El proceso "no consiste en plantar a esas personas sino en procurar una acogida real".

La jornada será el próximo sábado en el seminario San Atilano con varias ponencias orientadas a tratar la acogida de las personas refugiadas, complementadas por talleres sobre cómo ayudar, el tratamiento del trauma y las cuestiones legales. La jornada se cerrará con una mesa redonda sobre la llegada a Zamora de las personas refugiadas, es decir, "qué se está haciendo, qué se hará y qué puede hacer la sociedad civil". Florencio Gago confirma que "se mantienen diferentes reuniones entre instituciones para preparar Zamora a la llegada de refugiados".

El Centro de Escucha San Camilo es un servicio de la Diócesis de Zamora a través de la Delegación para la Familia y la Defensa de la Vida coordinado desde el Centro de Orientación Familiar para acompañar a personas que estén en duelo. "No es un grupo de oración por difuntos ni preguntamos las creencias de la gente, atendemos a todo tipo de personas", puntualiza Florencio Gago.