"Está claro que no podemos sentir lo que sienten los familiares de los que han fallecido, pero vemos las imágenes y nos tocan", comenta Marine Lafon, una joven gala de 22 años que llegó a Zamora en el mes de septiembre para dar clases de francés. El resto de emigrantes del país vecino comparten con ella los sentimientos de incredulidad, impotencia y conmoción tras los terribles atentados vividos el viernes en las calles de París. "Estaba fuera cuando unos alumnos me mandaron un mensaje para avisarme, pero no me lo creía. Después comenzó a escribirme mi familia y me fui a casa porque no podía aguantar más sin saber qué estaba pasando", comenta la docente.

Cuando llegó a casa, la información llegaba a cuentagotas en las televisiones españolas, por lo que muchos tuvieron que recurrir a las redes sociales para saber lo que ocurría. "En los medios no salían muchas imágenes y todo era confuso, pero ya por la noche pudimos ver las declaraciones de Hollande explicando la situación", comenta Lafon. Su compatriota Mylène Ghariani, que lleva ya una década residiendo en Zamora, recurrió a los canales franceses ofrecidos por televisión por cable para estar al tanto de una situación "triste para todos, también para los amigos y familiares que están allí".

Los emigrantes franceses en la ciudad coinciden en condenar los atentados, pero también las generalizaciones que pueden llevar a la islamofobia tras el ataque. "El terrorismo y la religión son dos cosas distintas, y me enfada que la gente por las redes sociales ataque a los musulmanes. Hay gente buena que cree el Alá y no mata a nadie, son dos cosas muy distintas", comenta Lafon, mientras su compatriota Ghariani cree que "Francia siempre ha sido un país tolerante hasta que deja de serlo, y con atentados como el de ayer la gente se vuelve más exigente y desconfiada".

La barbarie vivida ayer en las calles parisinas también hizo a los galos reflexionar sobre la realidad que viven en otras partes del mundo. "Es algo muy triste y preocupante, porque después de los atentados de Charlie Hebdo y de otros ataques más pequeños que hemos sufrido estos meses, nos estamos dando cuenta de lo que pasa en países como Siria. Lo sabíamos y mirábamos a otro lado, pero ahora lo sentimos nosotros", lamenta finalmente la joven Marine Lafon.