París se encuentra a estas horas en estado de "shock" después de los atentados de anoche, que han costado la vida a más de un centenar de personas. Son muchos los residentes de la capital gala que han perdido a un familiar, un vecino o un conocido. Es el caso de la periodista zamorana Elisa Carrión, quien recibió un mensaje de una antigua compañera de piso adviertiéndola de que una amiga había fallecido y su novio había logrado sobrevivir tras recibir un disparo en la pierna. "Me alegro de que estés bien", le transmitió a través del móvil, para informarla después de la distinta suerte corrida su amiga, de nacionalidad francesa.

"La imagen del barrio es desoladora", afirma Elisa Carrión, quien a última hora del viernes relataba el caos que gobernaba el barrio X y XI, donde reside, uno de los núcleos más golpeados por los atentados yihadistas. "Le Bataclan es una sala de conciertos del barrio XI muy conocida, de ambiente muy joven", explica Carrión, a quien le cuesta reflexionar sobre el sentido o los objetivos de los atentados. "Hemos tenido la oportunidad de pasear por los bares y restaurantes donde se ha producido al tragedia. En una panadería, los franceses nos dicen que van a seguir adelante", informa. "Tenemos que seguir adelante, pero también debemos aprender a organizarnos de otra manera para impedir que esto vuelva a ocurrir, porque hay personas a quienes no les gusta que culturas distintas podamos convivir", añade.

La periodista zamorana destaca un dato que "los medios de comunicación han pasado por alto". Se trata de "una farmacia judía que los terroristas han quemado entera", como se pueda apreciar en varias imágenes que ha tomado con su móvil. "Hemos pasado la noche entera en vela, pendientes de la televisión, la radio y las redes sociales". Carrión explica que una alerta a través de Facebook les ha permitido confirmar que "estábamos bien", un servicio improvisado que "desconocía", pero que ha realizado una impagable labor. A estas horas, todo es silencio y los ramos de flores comienzan a acumularse frente al restaurante tailandés Le Petit Cambogde o el local Le Carrillon."París está en "schock", todos estamos en "shock"", añade.