Un homenaje a Miró, hecho con algarrobas como medias lunas, dialoga con unos pendientes en una vitrina del Etnográfico de tal manera que los zarcillos parecen que forman parte de la creación de Josep Guinovart o bien varias piezas de minotauros del artista catalán guardan una asombrosa semejanza con las fotografías de las mascaradas de la localidad burgalesa de Mecerreyes. Estos dos ejemplos brinda la intervención de 39 piezas de Josep Guinovart i Beltran, pintor, dibujante y grabador y uno de los artistas contemporáneos más importantes del siglo XX, que desde ayer puede descubrirse en el Museo Etnográfico.

Las paredes, las vitrinas e incluso elementos del discurso expositivo del centro regional acogen las piezas de Guinovart en un dialogo fluido con las piezas de arte tradicional y popular. Una conversación con la misma línea argumental que hace que el visitante sea hasta casi desafiado a localizar las aportaciones del artista barcelonés.

La iniciativa de este mano a mano entre las creaciones pictóricas y escultóricas del artista catalán ya fallecido y la colección permanente del Etnográfico partió del director del centro regional hace ya varios años. "La obra de Guinovart tiene mucha relación con la tierra y con el hombre, en definitiva con nuestro trabajo", expresó ayer Carlos Piñel en la inauguración de la muestra que por primera vez en Zamora exhibe creaciones del catalán, cedidas para la ocasión tanto por la Fundació Espai Guinovart como por la hija del artista.

Las obras, seleccionadas por el personal del Etnográfico a partir de un catálogo, inicialmente iban a estar diseminadas por las cinco plantas de la exposición del Museo Etnográfico. Sin embargo, la fuerte vinculación de la obra Josep Guinovart con las piezas exhibidas en la plata 0, "El tiempo y los ritos", y en la 1, centrada en "La forma y el diseño", han hecho que finalmente se optara por efectuar la intervención artística en ambas plantas, lo que ha obligado a reducir de casi 60 a 39 las obras exhibidas y pertenecientes a distintos períodos del polifacético artista.

En las creaciones presentes Guinovart se valió del barro, de la madera, del hierro, de las espigas de trigo e incluso de herramientas de labranza, lo que hace que su producción tenga una fuerte vinculación con el mundo rural o doméstico.

"El resultado me ha sorprendido porque es una exposición de las más modernas que he visto en los últimos años", señaló la presidenta de la Fundació Espai Guinovart, María Guinovart. La hija del artista barcelonés, fallecido en el año 2007, subrayó que "desde el Etnográfico han conseguido establecer un diálogo que pone en relieve tanto las piezas de artesanía como las de Guinovart". Desde su punto de vista este tipo de muestra "permite releer todas las piezas" y es fundamental para que "la gente no pierda el hilo de la historia".

El resultado ha gustado tanto a la responsable de la fundación del artist que durante la apertura María Guinovart manifestó su deseo de que la muestra, que puede descubrir en Zamora hasta el próximo 13 de marzo, itinerase y pudiera ir a Agramunt, sede de la institución, posibilidad que agradó al titular del Etnográfico.

Por otro lado, la intervención de Josep Guinovart en la capital coincide con su presencia en otras dos exposiciones, una en Madrid donde la producción del pintor, dibujante y grabador comparte escenario con Tapies, Miró o Chillida, mientras que en Valencia los trabajos del catalán se exhiben junto a los de Miquel Barceló o Andreu Alfaro. El arte que une.