La Audiencia Provincial absuelve solo a uno de los dos guardias civiles condenados por el Juzgado de lo Penal por el delito de no perseguir los delitos, en concreto al agente cuyas iniciales son M.M.L., al "no resultar acreditado que fuera conocedor de la actividad ilícita realizada" por los tres ganaderos de Asturianos. El agente conservará su puesto de trabajo, al quedar sin efecto la inhabilitación profesional por seis meses a que le condenó la juez de lo Penal y que implicaría la inmediata expulsión de la Guardia Civil.

Su compañero, cuyas iniciales son A.G.V., sí perderá su puesto de trabajo al confirmar la Audiencia Provincial la sentencia del Juzgado de lo Penal, "en todos sus partes", que le imponía los seis meses de inhabilitación para empleo o cargo público, decisión ante la que no cabe recurso, puesto que la sentencia que desestima sus alegaciones es firme. Los magistrados se refieren a la llamada telefónica que este agente efectúa a uno de los ganaderos, identificado como F.J.O.H., en el que el guardia le pregunta "¿qué pasa?" y el joven industrial le contesta: "Pues nada, que han visto aquí todas las cabezas y eso". El guardia condenado pregunta "¿y qué dicen?", a lo que el joven apunta que "buff, pues andan haciendo fotos y a ver"; y aquel replica: "¿Na más, na más que eso? Al hilo de las conversaciones, la Audiencia indica que las respuestas de A.G.V. "no se corresponden a la ignorancia que afirma tener" respecto "de la actividad ilegal que en cuanto a caza furtiva" realizaban los acusados y, a pesar de ello, "prefirió mirar para otro lado". Conocimiento que tendría con solo entrar en la nave, como admitió el propio guardia civil, "aun cuando fuera para recoger los regalos que por su amistad le hacían" los ganaderos, ya que "resulta imposible no percatarse de lo que allí estaba sucediendo", con la existencia de cabezas de ganado y animales, "muchas en cubos y botes de agua oxigenada para limpiarlas", como se aprecia en fotografías.