Los murales decorativos pintados en el entorno del Centro Comercial Riego-Feria fueron realizados sin consultar a la Comisión de Patrimonio, un paso necesario antes de acometer cualquier renovación estética dentro de cualquier zona que, como esta, se encuentre dentro del Plan Especial del Casco Histórico. De acuerdo con la normativa vigente, las actuaciones en esta zona de la capital deben cumplir con una serie de condiciones estéticas como la gama cromada o las escalas reales del lugar donde esté ubicado.

La asociación de comerciantes de las calles Riego-Feria han asegurado al actual equipo de Gobierno que los murales pintados hasta el momento en el Centro Comercial los han hecho tras recibir un "permiso" del anterior concejal del área, Francisco Javier González. "Nos ha sorprendido", ha declarado el alcalde, Francisco Guarido. Según el relato del regidor, un representante de la asociación se ha dirigido recientemente al Ayuntamiento de Zamora para solicitar permiso de cara a realizar nuevos murales en la calle. "Le dijimos que eso no era competencia nuestra y él nos mostró los documentos que tenía. Eran papeles que iban firmados por el concejal de Comercio donde decía que daba su permiso, firmaba y ya", explica el alcalde.

El equipo de Gobierno, tras comprobar los documentos aportados por la asociación de comerciantes de Riego-Feria, expresó su asombro. "Un concejal no puede dar permiso para pintar un mural. Eso es lo que le explicamos al representante de la asociación", analiza Guarido. "Lo que se debe hacer, y lo que hicimos en ese mismo momento, fue informar a la Comisión de Patrimonio de lo que se pretendía hacer allí. Es su cometido. La Comisión debe elaborar un informe y dictaminar si se hace o no se hace. En este caso, el informe fue favorable aunque con las prescripciones necesarias para acometer una actuación de este estilo", expresa el regidor de la capital.

La particularidad de esta situación es que el Centro Comercial Riego-Feria se encuentra dentro del Plan Especial del Casco Histórico. Es decir, que está sujeto a unas normas. "Esa es la razón, simple, por la que un concejal no puede dar su permiso sin consultar antes a la Comisión de Patrimonio", detalla Francisco Guarido.

Toda actuación llevada a cabo dentro del Plan Especial del Casco Histórico debe cumplir con una serie de prescripciones que la propia Comisión de Patrimonio se encarga de dictaminar. Son cuestiones tales como que la gama cromática sea acorde con los colores y tonalidades predominantes en el contexto urbano donde se plasmará el mural; que el diseño tenga en cuenta las escalas reales de los lugares elegidos, desestimando la elección de figuras humanas que sean el punto de atracción del mismo; o que se utilice como referencia los recursos arquitectónicos referentes y significativos de la ciudad, como es el caso del mural de la Rúa de los Francos o el del mirador sobre la cuesta de Pizarro. "No obstante, tal y como ocurrió en la anterior ocasión, tampoco se desestiman las propuestas de diseño abstracto o de formas geométricas", apunta Guarido.

A partir de este momento y sentado el precedente del informe de la Comisión de Patrimonio, de cara a futuras actuaciones, el Ayuntamiento de Zamora requerirá únicamente "una declaración responsable" en la que se adjunte un boceto del diseño y el compromiso del cumplimiento de las normas establecidas por la Comisión de Patrimonio, que deberán aplicarse a todas las acciones similares que se desarrollen dentro del conjunto histórico de la ciudad.

Tras el proceso desarrollado por el Ayuntamiento de Zamora y la Comisión de Patrimonio, la asociación de comerciantes de las calles Riego-Feria obtuvieron ayer finalmente el visto bueno para desarrollar más murales en las fachadas y portones situadas en el entorno del Centro Comercial, aunque siempre siguiendo las premisas establecidas en el informe.