Nuestra Madre de las Angustias, la virgen de la Piedad, Nuestra Señora de los Dolores o la virgen de la Soledad. Muchas nomenclaturas para un solo sentimiento. Más de 200 personas de 27 cofradías de todo el país se reúnen este fin de semana en Zamora para celebrar el VI Congreso Nacional de las Angustias. Un evento que dio el pistoletazo de salida el pasado viernes y que ayer tuvo una apretada agenda de actos, todos ellos para conocer más sobre esta advocación. Los participantes pudieron escuchar lecciones de Historia de voces autorizadas como las de Pedro García, Miguel Ángel Mateos, Miguel Ángel Rivera de las Heras o Ricardo Flecha, así como profundizar en la vieja Zamora y degustar menús tradicionales.

La jornada comenzó con la inauguración oficial del congreso, que contó con numerosas personalidades institucionales y estuvo dirigido por la periodista Carmen Ferreras. El historiador Pedro García fue el encargado de ofrecer la primera ponencia sobre la devoción que en Zamora se tiene a Nuestra Madre. García dio a conocer datos como que los populares "bailes" de la cofradía de Jesús Nazareno en el interior de la iglesia de San Juan tienen su origen en la cofradía de Nuestra Madre de las Angustias. "En 1903, El Correo de Zamora publicaba un artículo señalando que los pasos de Nuestra Madre realizaban un irreverente y grotesco baile después de la procesión. Algo que se dejó de hacer en 1927 con la refundación de la cofradía", detalló.

Los participantes pudieron escuchar también las palabras de Javier Fresno, delegado diocesano de Religiosidad Popular de Zamora, antes de la comida tradicional a base de arroz a la zamorana en un hotel de la capital. Por la tarde, la comitiva fue recibida en el Ayuntamiento por Francisco Guarido, quien tuvo sentidas palabras de apoyo hacia los cofrades y animó a seguir conociendo la capital a través de su Semana Santa.

El historiador Miguel Ángel Mateos se encargó, poco después, de desgranar los secretos de la capilla en honor a Nuestra Madre que hay en la iglesia de San Vicente Mártir, mientras que el escultor Ricardo Flecha ahondó en la imaginería zamorana en el Museo de Semana Santa. Finalmente, Rivera de las Heras, en su condición de comisario de la exposición, se encargó de hacer de guía en la exposición "Pietas" de La Encarnación.