El artista Javier Rodanés presenta desde ayer una treintena de esculturas realizadas en hierro, algunas con bronce y algunas pintadas, en la galería de arte Espacio 36-Ángel Almeida.

-Vuelve a Zamora pero ¿qué presenta en esta nueva muestra?

-Presento piezas que son ejemplos de continuidad y también hay cosas de diferentes en temáticas. El público puede ver mis temas habituales, como los guerreros y el mundo griego. Es una temática a la que siempre vuelvo porque me gusta y en la que me permito ciertas licencias como el tamaño de las piezas o su anatomía.

-Háblenos de las novedades.

-Yo siempre he trabajado el hierro como complemento a mi obra, pero en los tres últimos años me he puesto a soldar tetracero, la varilla de obra de toda la vida. Las sueldo y con la radial voy creando. En algunos casos he llevado parte al bronce. Es una técnica muy laboriosa. Pese a ser una materia muy rígida, es muy viva.

-¿Por qué?

-Porque puedo ir añadiendo aspectos a la pieza y da lugar a otra nueva. Si la haces en bronce no puedes seguir trabajando sobre ella, se acabó. Si combino bronce y hierro, puedo seguir brindando nuevas posibilidades a cada escultura. Además, estoy introduciendo color. Empleo antioxidante y luego pintura sintética.

-Exhibe una serie de barcos que resulta interesante.

-Los barcos forman parte del ideario estético ligado al mundo antiguo. Salgo del mundo griego para aproximarme al egipcio. Son piezas transportables y desmontables. También incluyo acróbatas dentro de aros, como los que se ven en el Circo del Sol, por ejemplo. Son figuras que siempre me han llamado la atención y tuve interés en hacerlas y me puse con el hierro hasta que lo logré.

-Recupera las figuras de las bailarinas.

-Las hice hace unos años y las he ido modificando. También incluyo piezas alusivas a los gigantes y cabezudos, hechas con hierro y bronce, e incluso presento algún ejemplo de mi serie de toreros, que hice en bronce modelado en cartón, algo que he dejado de usar.

-Las obras que exhibe le han llevado horas y horas de trabajo. ¿Lo aprecia el público?

-No puedes cuantificar económicamente las horas que dedicas, pero creo que estas esculturas pueden llamar la atención al espectador que las descubra. El bronce es mucho más fácil de modelar y lleva su fundición, lo que económicamente es valorable. Sin embargo las piezas que exhibo son horas y horas de hacer soldaduras en el taller, lo que hace que económicamente sea muy complicado ponerles un precio. Creo que es raro lo que hago que son tallas en hierro, una materia que engancha por sus posibilidades creativas.

-¿Seguirá desarrollando esta técnica?

-Tengo unas seis piezas más en el taller todavía pendiente de ser concluidas. Realmente no sé si seguiré con esta técnica mucho más tiempo porque ya tengo una edad y no dispongo de tanto tiempo. Además para trabajar tengo que tomar una serie de precauciones porque es insano, dado que estás constantemente generando gases y fuerzas mucho la vista.

-Tras Zamora ¿dónde va a presentar su creación artística?

-Una exposición en Madrid en el mes de febrero. Suelo acudir a Art Madrid, pero este año estaba preparando esta exposición y no he participado.

-Pese a no impartir una materia artística, como escultor, ¿qué le parece la supresión de las disciplinas que tienen que ver con la formación artística del sistema educativo?

-La plástica y la filosofía las han desterrado. Llevo 36 años dando clase. El ámbito educativo al que me incorporé y el actual no tienen nada que ver. La enseñanza no es estática, pero creo que debería de existir un consenso entre todos los partidos políticos, algo que no ha existido aunque el ministro Gabilondo, al menos, lo intentó. A materias como las matemáticas, la lengua y los idiomas se le dan importancia, pero ahora parece que las disciplinas artísticas tienen que aprenderse fuera de los centros educativos. Es algo que no lo veo bien porque yo he practicado un sistema de enseñanza donde tenían un peso.