Pues cumplidores y poco más. El trabajo de los parlamentarios de Zamora no ha sido demasiado brillante en este mandato que acaba, que ha necesitado "tirar de banquillo" para incorporar a los suplentes de dos de los diputados electos: Víctor Calvo Sotelo, que apenas se sentó en la Congreso, llamado como estuvo a un puesto de secretario de Estado, el de Telecomunicaciones, y Antonio Camacho, el exministro del Interior que por los pelos cumplió media legislatura como representante de la provincia en las Cortes Generales.

De los nueve parlamentarios que han representado a Zamora en esta legislatura que acaba sólo se mantiene Dionisio García Carnero, que es miembro de la Diputación Permanente del Senado y por tanto, continúa ejerciendo aunque las Cortes estén disueltas. Ha sido el parlamentario popular con más iniciativas aunque, como es habitual en el grupo que apoya al Gobierno, la tarea de control no es su principal fuerte. Y ha tenido quizá el puesto más relevante, ya que es portavoz de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos. Mayte Martín Pozo, que sustituyó a Víctor Calvo Sotelo apenas iniciada la legislatura, ha ostentado también un puesto de cierta relevancia como portavoz adjunta en la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales, además de pertenecer, como vocal o adscrita, a nada menos que diez comisiones y ser ponente de tres leyes, sobre Seguridad Social y sistemas de protección a la infancia.

El senador José Fernández, socialista, destaca sobre todo por la gran cantidad de iniciativas tomadas en la legislatura, sobre todo preguntas, más de 2.700. Desde luego se ha tomado en serio la labor de control al Gobierno. Además ha destacado como ponente de la comisión especial de estudio sobre nuevas formas de exclusión social por el fuerte incremento del desempleo o vicepresidente de la Comisión que estudió las medidas para evitar la despoblación en las zonas de montaña, entre otros cargos.

El diputado Antonio Vázquez, que recientemente ha anunciado su retirada de la política a los 71 años tampoco se ha destacado por su labor de control al Gobierno, aunque sí ha tenido actividad relevante en las comisiones. Así, ha sido vicepresidente primero de dos de ellas, Cooperación para el Desarrollo y Evaluación de los Acuerdos del Pacto de Toledo, además de vocal en otras seis y ponente de tres proyectos de ley. Los senadores populares Carmen Luis Heras y Jesús Sedano han jugado un papel más discreto. Especialmente la primera, que tiene en su estadística apenas una docena de iniciativas parlamentarias y los cargos de secretaria primera de la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo y vocal en otro par de comisiones. Sedano, por su parte, alcanza la veintena de iniciativas y ha sido vicepresidente primero de la comisión de Empleo y Seguridad Social, además de vocal en otras tres comisiones.

Y quizá la comparación más interesante es la que se puede establecer entre Antonio Camacho y Mar Rominguera, que se han repartido la legislatura casi a partes iguales. Camacho gana en iniciativas parlamentarias, ya que llega a las 230 frente a las 160 de Mar Rominguera. Pero quizá donde más se noten las diferencias es no tanto en el control del Gobierno como en el trabajo parlamentario interno. Camacho ha sido ponente en nada menos que seis proyectos de ley, además de vicepresidente segundo o vocal en otras seis comisiones. Rominguera, por su parte, ha sido vocal en cinco comisiones y secretaria segunda de la de Cooperación Internacional.

Ninguno de los parlamentarios por Zamora, en todo caso, ha brillado de forma especial.