Si es usted capaz de subir a brazo, desde la posición de sentado, seis metros por una cuerda lisa en un tiempo máximo de catorce segundos (si es hombre) o de quince (mujer); realizar un salto de longitud en foso, sin carrera, con los pies juntos, una distancia mínima 2,30 metros (hombre) o de 2,05 (mujer) y hacer un salto de altura de un metro con pies juntos y sin carrera tendrá alguna posibilidad de hacerse con la plaza de bombero que acaba de sacar el Ayuntamiento de Zamora, por oposición libre.

Además le harán falta otras cualidades atléticas que no están al alcance de cualquiera, como levantar un peso de cuarenta kilogramos ocho veces consecutivas en veinte segundos (hombres) o veintidós (mujeres) y correr 1.500 metros en un máximo de cinco minutos y cinco segundos (hombres) o diez segundos más (mujeres).

La carrera de agilidad y velocidad se hace mediante el que se conoce como Test de Barrow, que consiste en recorrer dos veces un circuito establecido en un tiempo máximo de 28 segundos para hombres y 29 segundos mujeres.

La prueba de equilibrio consiste en pasar a pie, ida y vuelta, sobre un tablón de cinco metros de largo y once centímetros de ancho en doce segundos de tiempo máximo. También hay que saber nadar bien: hay que cubrir 50 metros en 45 segundos (hombres) o 50 (mujeres).

Superar los tiempos máximos o no llegar a los mínimos en cada una de estas pruebas supone la eliminación automática del aspirante. Claro que además de todos estos requisitos, que se pueden cumplir con un buen entrenamiento, hay otros en los que el aspirante está marcado por su naturaleza. Por ejemplo, para ser bombero, al menos para aspirar a esta plaza del Ayuntamiento de Zamora, el aspirante no debe medir menos de 1,65 ni más de 1,95; o sea que los muy bajitos o muy altos están excluidos de entrada. Y lo mismo les ocurre a los flacos y los gordos. El índice de corpulencia (es decir, el peso en kilos dividido por la talla en centímetros) debe estar entre 3 y 5. Hay que tener buen pecho: el perímetro torácico debe ser como mínimo la mitad de la talla ósea, la amplitud pulmonar debe llegar al menos a cinco centímetros y la experimtería mínima debe ser de tres mil.

Quedan excluidos quienes padezcan obesidad manifiesta (si el perímetro abdominal excede en 15 centímetros al torácico) o infantilismo marcado, cicatrices que compometan el movimiento de los miembros, la falta de labios o mandíbula inferior, tener varices muy pronunciadas, la falta de cualquier dedo de la mano o del gordo del pie, desviación de columna que produzca asimetría al andar, superar las dos dipotrías en miopía, ser daltónico o tener vértigo, por citar algunas.

Todo ello para llegar a bombero en prácticas, que requiere aún superar un curso de formación.

Por si esto fuera poco los bomberos también tiene que estudiar, materias comunes a todas las oposiciones, como la Constitución, el Estatuto de Autonomía o la figura del alcalde, y específicas, como la teoría del fuego, los distintos métodos de extinción de incendios e incluso tener nociones de construcción, apuntalamientos, socorrismo, heridas y hemorragias, asfixia o vehículos contra incendios y de salvamento

Y es que ser bombero, no es cualquier cosa.