El repunte por el interés alrededor de la Transición española es el germen del último libro del periodista zamorano Carlos Santos Gurriarán, "333 historias de la Transición", donde desgrana otras tantas miradas de personas -la mayoría de ellas anónimas- que vivieron este apasionante momento histórico para el país. "Está claro que las cosas se podrían haber hecho mejor, pero ahora con la democracia es posible mejorarlas", apunta el zamorano, quien resume que este cambio fue para bien. "Se pasó del terror de una dictadura a la alegría por la libertad", subraya.

De una manera muy amena, con una banda sonora presente en el acto, que recorrió desde el "Cara al sol" hasta "Enamorado de la moda juvenil", de Radio Futura, el periodista zamorano desgranó en el foro del Club LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA su último trabajo, eminentemente social, dejando en un segundo plano el aspecto político, que siempre ha estado en primera fila con respecto a la Transición. "Yo empecé como periodista en esos años y aunque tuve contacto con personajes tan importantes como Carrillo o Adolfo Suárez, me moví más por la calle que por las moquetas", recuerda.

Reconoce que, a pesar del tiempo transcurrido, todavía "hay debate, polémica y crítica" alrededor de la Transición "y eso demuestra que aún existe interés", razona. Y aunque apunta que "algunos, cuarenta años después, siguen sin enterarse del cambio, lo cierto es que se aprendió a ceder y a respetar al otro", agradece. Y, para él, ahí radica su éxito. "Algunos usan el pasado todavía como arma política y aunque hay gente que solo se acuerda del espíritu de la Transición cuando le interesa, lo que devalúa su imagen, lo cierto es que la gente consiguió bastantes cosas en ese periodo, no solo los políticos, después de años de silencio sin poder hablar", remarca

De esta manera, el resultado ha sido, según el periodista zamorano, "una de las democracias más sólidas del mundo" que se encuentra en permanente evolución. Y considera que ahora puede ser el momento de revisarla. "En plena época de progreso los profesionales estaban más preocupados por pagar la segunda vivienda, aunque también los sindicalistas, dirigentes políticos y población en general se apoltronaron. Pero ahora, con la crisis, es el momento de mejorar, aunque sin echar la culpa a lo que hicieron hace 37 años, sino a lo se ha hecho durante los siguientes 37 años hasta la actualidad", diferencia.

Una vía que ahora pueden poner en marcha los ciudadanos "porque tienen potestad para ello. Es el momento de revisar las reglas del juego y es una opción que ofrece la democracia", valora para finalizar.