El anuncio de la OMS sobre los efectos perjudiciales de la carne roja y procesada para la salud y su "carcinogenicidad", es decir, que causa cáncer, ha caído como una bomba entre los comerciantes y los consumidores de la ciudad. De hecho, tanto compradores habituales del mercado como industriales del Mercado de Abastos de Zamora reconocen que el tema se ha convertido, de largo, en el más comentado desde que saltó la noticia el pasado lunes.

Entre los industriales las opiniones son diversas. Los hay que aseguran que el nivel de ventas se ha resentido porque "son cosas que nunca vienen bien y la salud da mucho miedo, en términos generales". Sin embargo, hay otros que aseguran que no ha sido así. El encargado de la carnicería Pedro Torio, ubicada en la planta baja del mercado, apuntaba a este diario que "lo habrán notado los supermercados y los vendedores de otro tipo de carne, nosotros menos". Según este comerciante "la carne tradicional está más a salvo de este tipo de cuestiones porque su calidad está más acreditada". Sin embargo, esto no es óbice para que la cuestión "no nos haga ni pizca de gracia".

El presidente de los industriales del Mercado de Abastos, Jesús Díaz, asegura que "no creemos que los efectos perjudiciales de la carne, de existir, puedan ser tan graves como para que se resienta el consumo". En este sentido, "en Zamora se ha comido carne y embutido durante toda la vida y no creo que nadie que tenga una enfermedad pueda decir que la tiene por el mero hecho de comer carne". En este sentido, "desde mi posición de tendero en el Mercado de Abastos pienso que la gente seguirá consumiendo carne de manera habitual, es lo que yo haría como consumidor".

Los compradores manejan una opinión muy similar y, aseguran de forma mayoritaria, no están dispuestos a renunciar de comer carne vistas las últimas revelaciones de la Organización Mundial de la Salud. No obstante, y dicho esto, sí que se ha hecho un cierto posicionamiento entre carne roja y carne procesada, las dos categorías analizadas por la OMS -una, la primera, incluida en el grupo 2A como probablemente cancerígena y la otra, la segunda, incluida en el grupo 1 porque existe "suficiente evidencia" de que aumenta las posibilidades de padecer cáncer en humanos-. "No creo que la carne de ternera pueda causar enfermedad alguna", razonaba Roberto Domínguez a la entrada del mercado, "pero también hay que tener en cuenta que ciertos productos añadidos a ciertas carnes pueden no ser buenos".