La renuncia de Ángel Prada a todos los cargos que ocupaba en la Diputación Provincial por delegación de la presidencia ha revuelto también a los grupos de la oposición, que desde el minuto uno han pedido a Mayte Martín Pozo que "dé la cara". En su lugar lo ha hecho el portavoz de la institución, Aurelio Tomás, para quien el paso atrás de Prada "nos parece un acto de responsabilidad dada su situación procesal y ya era el momento de hacerlo". Sin embargo, a renglón seguido el vicepresidente hace también un ejercicio de sinceridad y reconoce que "habría sido conveniente para su propio bien y para el de esta institución la renuncia como diputado provincial, pero es una responsabilidad exclusivamente del propio diputado", insiste.

Las críticas más duras tras conocer la renuncia han partido del seno del grupo socialista, encabezado por su portavoz, Antonio Plaza. El diputado tiene claras cuáles son las dos lecturas de la situación: "O es una pantomima urdida por Martínez Maíllo para que escampe la tormenta o Martín Pozo no ha tenido ni el coraje ni la autoridad para poner a Prada en la calle y pedirle el acta de diputado provincial". A juicio de Plaza, "ésta ha sido una dimisión anunciada y me da la sensación de que no será la única". El portavoz socialista carga contra Martín Pozo y no duda en llamarla "la vocera de Maíllo", de quien ha recibido, según Plaza, "una herencia envenenada que, como tal, se terminará pudriendo", apunta, en referencia a la situación provincial.

Otro de los grupos con representación en la institución, Ciudadanos, también ha reaccionado ante la renuncia de Prada. Su portavoz, David Carrión, insiste en que "con cualquier tema relacionado con la corrupción nuestro grupo tiene tolerancia cero". El representante de Ciudadanos valora que el equipo de Gobierno "ha hecho lo que tenía que hacer al instar a Prada a abandonar el grupo popular", sin obviar que, "como todo el mundo sabe, las actas de diputado son personales y a nadie se le puede obligar a marcharse". No obstante, en el caso de que su imputación fuera probada, "lo lógico sería que abandonara".