Los grupos de la oposición fuerzan a la presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín Pozo, a cesar al diputado provincial Ángel Prada por su imputación ante un presunto caso de prevaricación. La renuncia de Prada a todos los cargos de la institución, salvo el de diputado, es "una pantomima urdida por Fernando Martínez Maíllo hasta que escampe la tormenta", asume el portavoz del PSOE en la Diputación, Antonio Plaza. El socialista hace una segunda lectura del caso: "Es posible que la presidenta no haya tenido ni coraje ni autoridad para poner a Prada en la calle y pedirle el acta de diputado porque esto es una situación clara de desgobierno". En este sentido, culpa a Martín Pozo de "ser la vocera de Maíllo" y advierte que "ha recibido una herencia envenenada que se terminará pudriendo".

Por su parte, desde Ciudadanos acusan también a Pozo de "mirar para otro lado y aceptar una situación anómala en democracia y contraria al decálogo por la regeneración democrática que su propio partido firmó a iniciativa de Ciudadanos durante la campaña electoral", apunta el coordinador provincial de Ciudadanos Zamora, José Antonio Requejo. La renuncia de Prada es, a juicio de Ciudadanos, "una maniobra popular de cara a la próxima campaña electoral para evitar que les saquen los colores por tener entre sus filas a un imputado por prevaricación".