El portavoz socialista en la Diputación, Antonio Plaza, acompañado por el diputado Eduardo Folgado, cargó ayer contra el contrato de asesoramiento en los aspectos técnicos y económico financieros para la gestión del Teatro Ramos Carrión que acaba de adjudicar la Diputación por casi 75.000 euros. A juicio de Plaza gastar esta cantidad supone un derroche de dinero para un trabajo que podría haber sido asumido por la plantilla de funcionarios con la que cuenta la Diputación: "Podrían haber hecho un informe más completo y mejor". El portavoz socialista se pregunta por la validez de un informe encargado "cuando las obras del edificio no están ni siquiera acabadas, ni se sabe la fecha de terminación".

El estudio, que tardará en redactarse cuatro meses, ha sido adjudicado a una unión temporal de empresas madrileña "de nombre impronunciable", ya que está compuesta por PS&I Advisor Services S.L. y Nfoque Advissory Services S.L., Idom Ingeniería y Consultoría, Ernest and Young S.L, Kalaman Consulting S.L. y Nuevas Ventajas S. L. Además, en el encargo del contrato, Plaza ve el inicio de un proceso para privatizar la gestión del recinto cultural de la Diputación, que costará dinero a las arcas provinciales y restará posibilidades de utilización a los colectivos teatrales, musicales y artísticos de la provincia. Por la fecha de encargo del contrato, con el anterior presidente provincial aún en el cargo, el portavoz socialista no dudó en definirlo como " una mamandurria patrocinada por Fernando Martínez Maíllo".

"No sabemos a quién pretenden engañar con la adjudicación de este estudio", señaló Plaza "que trata de ver la utilidad de un edificio que no está terminado.

Por su parte el diputado responsable de la gestión del teatro, Aurelio Tomás defendió la adjudicación del contrato, ya que los funcionarios de la Diputación son técnicos de administración, no expertos en el complejo mundo de la contratación artística o de congresos. Por tanto, el recurso a una consultora privada era inevitable para realizar un estudio básico, del que depende que se acierte con la gestión futura de las instalaciones.

Aurelio Tomás explica que el teatro es un servicio público , pero la gestión "hay que externalizarla, porque es muy difícil de desarrollar con funcionarios, debido a que se trata de un campo sujeto a muchos cambios y la necesaria flexibilidad". Para ello, y convencido de que una empresa puede gestionar mejor el teatro se hace necesario un estudio serio que permita a la Diputación establecer un adecuado pliego de condiciones para asegurar una correcta contratación.

"Es una mamandurria patrocinada por Fernando Martínez Maíllo"

"Es un servicio público, pero muy difícil de prestar con funcionarios"