Vistas de la Catedral de Zamora, de la iglesia de San Cipriano, inmuebles emblemáticos en la ciudad, como el palacio de los Momos, el edificio de La Farola o el Mercado de Abastos; imágenes de Semana Santa, como el Cristo de las Injurias o la Soledad o rincones de Sanabria protagonizan algunas de las 40 obras realizadas a plumilla por Ángel Bobo de Vega, quien desde ayer las expone en el claustro del Colegio Universitario.

"Desde que me jubilé en el año 2005 voy a dibujar a la Biblioteca, donde hay una excelente luz", explica el autor de las piezas a quien desde niño le gustaba dibujar. Cada uno de los cuadros los crea a partir de una fotografía o una lámina que cae en sus manos, como es el caso de las casas rústicas. "Primero lo hago en lapicero para luego emplear unos rotuladores de tinta china". Entre las obras que él destaca figura el Cristo de las Injurias, en el que empleó un mes de trabajo, el edificio del Meliá, donde vivió durante más de 50 años, o la obra del Mercado "de la que me han pedido copias", asevera.

Este hombre jubilado ha dado el paso de mostrar sus plumillas, animado "por un amigo que me ha ayudado a montar la exposición". "Es una satisfacción porque así la gente conoce el trabajo que realizado, pues detrás de cada una de ellas hay horas y horas de trabajo", sentencia.

Ángel Bobo de Vega, quien dibuja de manera autodidacta, ha recibido clases para aprender la técnica de óleo de la artista zamorana, Carmen Mayor, mientras que ahora está siendo pupilo de José Villarino.

Para este zamorano "el dibujo es una manera de tener la mente ocupada y estar en activo" y anima a quienes tenga una afición a "a invertir tiempo en ella".

Tras la muestra Ángel Bobo comenzará a realizar retratos. "No lo he hecho nunca hasta ahora, pero voy a intentar pintar rostros", señala.

La exposición "Dibujos a plumilla" puede descubrirse hasta el próximo día 30 de octubre en el Colegio Universitario, de lunes a viernes desde las 12.00 hasta las 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas.