La habitual colecta de Domund, que trata de conseguir fondos para ayudar a los misioneros en su labor pastoral y social por el mundo, se desarrolló ayer en Zamora tanto en las parroquias como en las calles, aunque es cierto que este año se han visto menos huchas en las rúas zamoranas, debido a la lluvia. Aun así han sido muchos los ciudadanos que han apoyado a los 160 misioneros de la diócesis repartidos por el mundo.