La joven madre ha justificado públicamente en el perfil que tiene en Facebook su modo de actuar. "Lo único que hice fue registrar a mi niño con los apellidos de un hombre español por la razón de que el padre verdadero del niño es un drogadicto, maltratador y violento", se defendió en su muro, haciendo así alusión a que el padre que aparece en el Registro Civil en Zamora es el hombre de la pareja que se quedó con el bebé en Gales. "No quería que tenga ningún derecho para nuestro niño", añadió. Por ese motivo, reconoce que quizá actuó de una manera poco correcta. "A lo mejor me equivoqué en la manera de hacerlo, pero de eso a decir que he vendido o que he dado en adopción irregular al bebé hay y paso", compara. En ese sentido, la joven aseguró que tanto la policía de Zamora como los medios de comunicación "han dado datos falsos y han hecho daño gratuito a mi familia y a mis personas", lamentó sobre la situación que está atravesando.

"No se trató de ninguna venta y lo único "ilegal" que hice fue registrar al niño con los apellidos del padre que no es", sentenciaba nada más saltar a los medios la noticia. También quiso tranquilizar a su familia y amigos asegurando que "no iba a vender a mi hijo por dinero. La policía os mintió al decir que no dirá vuestros nombres. En el juicio saldrán", afirmó. Por otra parte, aseguró a "todos los que han dicho que me habían escuchado decir que quiero vender a mi hijo vais a ser denunciados por mi abogada por falso testimonio. Por eso sí que llegaréis a la cárcel. Aprended a no mentir", solicitó. La joven apuntó en su muro que se encuentra aún en Reino Unido con su hijo. "Aquí hemos tenido un juicio y el caso está y resuelto, así que no entiendo por qué tantas mentiras con la venta de mi bebé. Lo que quiero dejar claro es que el niño nunca se vendió y mi abogada abrió un cargo contra la policía de España por mentir de esta manera".